|
Suri - Pterocnemia pennata/Rhea pennata |
El Suri, Ñandú o Avestruz Andino - Pterocnemia pennata/Rhea pennata, es un ave originaria de Perú, que también habita en territorio de Bolivia y Argentina.
En Perú, habita entre los 3 mil y 4 mil 700 msnm, y se ha adaptado a uno de los climas más hostiles del planeta.
Fue de gran importancia en el Imperio Inca, en el que utilizaron sus plumas para adornos de las altas jerarquías.
Mide de 90 a 100 cm de altura, pero puede llegar hasta los 120 cm, pesa alrededor de 25 kgs.
Posee alas bien desarrolladas lo que le permite ser un gran corredor, lo hace con el cuello en posición horizontal y las alas pegadas al cuerpo, alcanzando velocidades de hasta 60 km/h.
Habita en zonas altas, de hasta 4 mil msnm, en la región de la cordillera de los Andes, el altiplano andino y la patagonia
Su coloración es gris pardo a castaño con moteado blanco, las crias nacen con un color blanco amarillento y adquieren el moteado de los adultos al año, son maduros sexualmente a los 2 años de edad. Su emplumado llega hasta los dedos.
Los machos de esta especie son muy agresivos cuando están incubando los huevos. Las hembras ponen los huevos cerca del nido, en lugar de ponerlos en él. La mayoría de los huevos son pasados al nido por el macho, algunos permanecen afuera, dónde se pudren y atraen las moscas al ser rotos por el padre cuando nacen los polluelos, para que coman las moscas.
Viven en grupos de 5 a 30 aves, de diferente sexo y edades.
Se alimenta principalmente de hierbas y arbustos, los que constituyen el 73 % de su alimentación, las gramíneas, juncáceas y ciperáceas conforman el 27% restante.
Existen causas naturales que hacen vulnerable la reproducción del ñandú. Entre ellas se cuentan los predadores como el carancho y el zorro, las inundaciones de los nidos, la puesta de las hembras fuera de los mismos y el comportamiento del macho que sólo cuida los primeros pichones que nacen y abandona el resto. Es notable que a pesar de tener grandes nidadas sólo eclosionan el 40% de los huevos y, a los dos meses, sólo sobreviven el 60%.
La drástica disminución de suris ha obligado a implementar un plan de conservación de la especie mancomunado entre Perú, Bolivia y Argentina. Una de las medidas consiste en la realización de censos para el control constante de la población. La implementación de estas medidas incluyen un minucioso trabajo con las comunidades de la zona, ya que el resguardo de la especie involucra un cambio de parte de sus costumbres.
En Perú, el suri es una especie en inminente peligro de extinción cuya población hasta hace unos años apenas alcanzaba los 300 ejemplares en todo el país, temiéndose que se haya reducido a 200 individuos debido a la expansión ganadera y la cacería para obtener su carne, grasa y huevos, para consumo humano, y sus plumas, para el atuendo de los danzarines del “Suri Sicuri”. También existieron en una época malas prácticas veterinarias en las comunidades. (Datos: Wikipedia)