Cocodrilo con el vientre cortado |
Se está produciendo un exterminio de especies animales en la vía Rurrenabaque – Riberalta, que construye la empresa china Railway Construction Corporation.
La vía de 597 kilómetros de extensión, costará a Bolivia alrededor de 600 millones de dólares.
“No existe responsabilidad con el control de medioambiente en la carretera Riberalta-Rurrenabaque donde están exterminando la fauna, pese a que existe presupuesto para reubicar a las especies, pero la empresa china Railway Construction Corporation prefiere embolsillarse la plata”, dijo un alerta que se difundió en las redes sociales el fin de semana.
En las fotos enviadas por la red se puede observar un gigantesco cocodrilo que yace sin vida, sangrante y fuertemente amarrado en la parte trasera de un vehículo cisterna.
Otra toma muestra a un saurio de menor tamaño, que tiene todo el vientre abierto.
Asimismo, en una tercera toma, se pudo determinar la existencia de centenares de pequeños peces sin vida en un lodazal, aparte de que cerca de estas imágenes se ve la construcción de mampostería de la empresa china, supuestamente para puentes.
La denuncia fue reenviada en las redes sociales por el biólogo holandés Vincent Vos, quien trabaja en la oficina del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado Cipca, en Riberalta.
“Se confirman mis sospechas”, dijo Vos.
La reacción de varios ciudadanos bolivianos fue manifestada a través de breves mensajes en los que se pide la expulsión de la citada empresa, que se encuentra operando en la parte oeste del Departamento del Beni.
La situación no solamente afecta a la fauna que se tiene en las sabanas del Beni, que son su hábitat natural, ahora fueron también presas de extinción decenas de especímenes de jaguares, cuyos colmillos son enviados a China por trabajadores de esta nacionalidad, quienes desempeñan temporalmente funciones en las empresas de esa nacionalidad contratadas por el Gobierno.
La desaparición de jaguares en la amazonia es preocupación de los especialistas.
Según la bióloga Ángela Núñez, los crecientes vínculos comerciales entre Bolivia y China incentivaron el ingreso al país de gran número de ciudadanos chinos, quienes proceden a la caza ilegal del jaguar, aparte de que crean redes de tráfico ilegal.
La bióloga Angela Nuñez le dijo a BBC Mundo que comenzó a notar el problema cuando trabajaba en la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas (Dgbap) del Ministerio de Medio Ambiente. Después de dejar esa oficina, en 2015, se dedicó de lleno, de manera particular, a tratar de frenar este tráfico ilegal. Su denuncia fue recogida por la revista National Geographic. Así lo denunció Nuñez, bióloga y especialista en conservación y manejo de vida silvestre, quien viene alertando sobre este grave problema.
En diciembre, una de sus ediciones publicadas por el diario El Comercio, de Lima, Perú, incluyó un artículo sobre el tema.
La cacería de jaguares en Bolivia ha crecido exponencialmente desde 2014, causando al auge del mercado chino de colmillos de jaguar.
El diario peruano anota, asimismo, que “en China los colmillos de jaguar seguramente se están usando como sustituto de colmillos de tigre, que son usados en forma de collar, como un símbolo de status o bajo la creencia de que se protegen de quienes los usan para el mal”.
“Estimamos que hasta ahora han sido victimados un mínimo 140 jaguares, como consecuencia de la demanda del mercado chino”.
Evidencias contra los chinos:
-Por un lado, están los 16 envíos de colmillos de jaguar —con un total de cerca de 300 piezas— que fueron decomisados por el correo boliviano y las autoridades del país desde 2014.
“Todos esos envíos tenían como destino China. Y 14 de ellos fueron concretados por ciudadanos chinos que trabajan en Bolivia.
-2 ciudadanos chinos están sometidos a juicios, con la imputación de incurrir en el tráfico ilegal de partes de los cuerpos de los jaguares. Uno de ellos recibió ya la condena de tres años de reclusión, pero por su corto plazo son eximidos de cumplir las penas que se les impusieron. El otro aguarda su veredicto.
-Otra prueba son los anuncios de radio en estaciones locales, en el norte del país, en los que se ofrece entre US$150 y US$200 por los colmillos de jaguares.
Las autoridades rastrearon los números de teléfono mencionados en los anuncios y comprobaron que se trataba de ciudadanos chinos. (Datos: El Diario de Bolivia)