El fenómeno llamado El Niño es un calentamiento de la superficie de las aguas del Océano Pacífico.
Afecta principalmente el Sureste Asiático, Australia y Sudamérica.
Ocurre porque el agua del mar, que tradicionalmente es fría en el otoño e invierno, se calienta y ello trae consigo un aumento de la temperatura del aire.
La temperatura del mar sube generalmente alrededor de 1°C sobre la media, pero en algunos eventos la anomalía puede ser mayor llegando a un crecimiento de 5 a 6°C.
Las corrientes de agua cálida que no están en la superficie del mar viajan por debajo del mar, desde Australia hasta el norte del Perú.
Es un proceso que se inicia generalmente en enero y que dura tres meses; por lo tanto, llegan en los últimos días de marzo.
A partir de ese momento, las aguas cálidas entran a playas peruanas por el norte, extendiéndose a lo largo de todo el litoral peruano usualmente durante abril.
El aumento de la temperatura en el mar produce también migraciones de especies marinas, afectando la pesca.
Su nombre se refiere al niño Jesús, porque este fenómeno ocurre aproximadamente en el tiempo de navidad en el Océano Pacífico, costa oeste del sur de América.
El nombre con el que se conoce el fenómeno a nivel mundial es ENSO siglas en inglés del término El Niño Oscilación del Sur.
Muchas de las lluvias han sido tan fuertes que pueblos enteros se han deslizado por las laderas de las montañas.
En el episodio de 1972 a 1973, las temperaturas del océano se dispararon tanto que casi acabaron con la industria pesquera de la anchoveta, esencial para el país.
Durante el fenómeno de El Niño de 1997 a 1998, Perú sufrió daños por valor de más de 3 mil millones de euros en edificios, tierras agrícolas y otras infraestructuras.
En 2016, los corales se blanquearon en todo el Pacífico, las inundaciones asolaron América del Sur y los incendios provocados por la sequía arrasaron Australia.