Sachavaca - Tapirus terrestris |
La Sachavaca - Tapirus terrestris, el tapir amazónico, es una especie de mamífero perisodáctilo de la familia de los tapíridos propia de Sudamérica.
Es el mayor mamífero terrestre de Sudamérica. Mide de 1,7 a 2,5 m de largo y pesa hasta 300 kg; cola de 5 a 10 cm de largo; a la cruz mide de 75 a 110 cm; cuerpo grisáceo, a pardo oscuro, orejas pardas con las puntas blancas. Presenta una trompa en el labio superior. Lleva una crin estrecha y erecta desde la cola hasta el cuello.
Vive en selvas pluviosas y en zonas cercanas a pantanos y ríos, desde el nivel del mar hasta los 1.700 msnm. Suele estar cerca del agua, como buen nadador que es.
La Sachavaca habita solamente en regiones cálidas, en la amazonía de América del Sur., en la selva alta o baja.
Aparece en Perú, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, y Venezuela.
La Sachavaca habita solamente en regiones cálidas, en la amazonía de América del Sur., en la selva alta o baja.
Aparece en Perú, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, y Venezuela.
Es herbívoro y usa su probóscide (nariz móvil) para comer hojas, ramas, frutas, etc.
Los tapires poseen poderosos dientes afilados, empleados para roñar con precisión las ramas de las que se alimentan. Su hocico sargado y prensil, causante de su apariencia, es muy móvil y sensible, lo que les permite sujetar y arrancar la hierba con asombrosa facilidad. También puede volverse de un lado al otro, y proyectarse o encogerse, permitiéndole la exploración en un radio de 30 centímetros sin necesidad de mover el resto de la cabeza.
Su coloración es marrón negruzca uniforme, lo que hace que pasen desapercibidos durante sus caminatas nocturnas o cuando descansan en los lugares de vegetación densa del bosque. Sus crías, sin embargo, son tan coloridas como precoces. Ostentan un diseño de pintas y manchas blancas especialmente diseñado para confundirse a la perfección con su entorno. Al crecer, luego de unos ocho meses, las manchas desaparecen para siempre.
Poseen un agudo sentido del oído y un poderoso olfato, pero su vista es extremadamente débil. A pesar de su tamaño, su agilidad puede llegar a ser sorprendente. Por eso, cuando emprenden la huida, aterrados por la presencia de algún depredador, no les importa pasar sobre cualquier obstáculo que encuentren en su camino.
Los tapires poseen poderosos dientes afilados, empleados para roñar con precisión las ramas de las que se alimentan. Su hocico sargado y prensil, causante de su apariencia, es muy móvil y sensible, lo que les permite sujetar y arrancar la hierba con asombrosa facilidad. También puede volverse de un lado al otro, y proyectarse o encogerse, permitiéndole la exploración en un radio de 30 centímetros sin necesidad de mover el resto de la cabeza.
Su coloración es marrón negruzca uniforme, lo que hace que pasen desapercibidos durante sus caminatas nocturnas o cuando descansan en los lugares de vegetación densa del bosque. Sus crías, sin embargo, son tan coloridas como precoces. Ostentan un diseño de pintas y manchas blancas especialmente diseñado para confundirse a la perfección con su entorno. Al crecer, luego de unos ocho meses, las manchas desaparecen para siempre.
Poseen un agudo sentido del oído y un poderoso olfato, pero su vista es extremadamente débil. A pesar de su tamaño, su agilidad puede llegar a ser sorprendente. Por eso, cuando emprenden la huida, aterrados por la presencia de algún depredador, no les importa pasar sobre cualquier obstáculo que encuentren en su camino.
Son excelentes nadadores y buceadores, y también se mueven velozmente en tierra, incluso en terreno montañoso.
Tienen una longevidad de 25 a 30 años.
En la vida salvaje, es predado por cocodrilos, felinos como jaguar, y el puma que lo atacan de noche, cuando salen del agua y duermen en la costa.
Son parcialmente diurnos; terrestres y acuáticos; solitarios o en pares.
Se desplazan mucho dentro del bosque, incluyendo tierra firme, lejos del agua. De día descansan entre la densa vegetación, especialmente entre los pantanos.
Sus huellas son frecuentes en el bosque, son tímidos, silenciosos y raramente se los ve.
Estos animales gustan de lamer la sal de las colpas.
La hembra pare una camada al año, con una cría por camada.
Aún siendo la especie más abundante, se encuentra en muchos puntos en regresión. El tapir está reconocido en riesgo de extinción, desde el 2 de junio de 1970. El riesgo se debe a la caza ilegal para obtener su carne y piel, y a la destrucción de su hábitat. (Datos: Wikipedia y otras fuentes)