La organización mundial Global Wildlife Conservation (GWC) en cooperación con el Grupo de Especialistas en Anfibios de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), promueven la Iniciativa de Supervivencia Atelopus –nueva red de instituciones, expertos y conservacionistas de las especies de “ranas arlequín”, de la cual forma parte Perú.
Son esfuerzos para desarrollar y fomentar una red coordinada de conservación de las ranas arlequín, a través de la implementación de acciones prioritarias a nivel nacional, regional e internacional para salvar a este grupo de anfibios en los países donde habitan.
Actualmente está conformada por representantes de 12 países, quienes están impulsando la elaboración del Plan de Conservación de Atelopus.
Perú posee 19 de las 96 especies de Atelopus, también conocidas como ranas arlequín, uno de los grupos de anfibios más amenazados del mundo.
Se distribuyen en todo el Neotrópico, desde Costa Rica hasta Bolivia, en un total de 11 países.
80 de las 96 especies conocidas se encuentran clasificadas como amenazadas según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Por primera vez desde 1991, un equipo de biólogos ha documentado la deslumbrante rana arlequín de la noche estrellada (Atelopus aryescue), como resultado de una alianza estratégica entre GWC, la Fundación Atelopus y el pueblo indígena Arhuaco en la Sierra Nevada de Santa Marta de Colombia, la montaña costera más alta de la Tierra.
Al respecto, Lina Valencia, oficial de conservación de GWC, expresó:
“Si bien es cierto que las ranas arlequín de alta montaña han disminuido en gran medida en las últimas tres décadas como resultado de un hongo patógeno mortal, la rana arlequín de la noche estrellada ha resistido la tendencia”
Gran parte de las poblaciones de estas especies han desaparecido principalmente por la pérdida y degradación de sus hábitats, el cambio climático, y por la mortal enfermedad conocida como quitridiomicosis, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, una de las especies invasoras más letales de los últimos 50 años.
El ´redescubrimiento´ de esta especie nos brinda esperanza para el futuro de las ranas arlequín, uno de los grupos de anfibios más amenazados del mundo. (Datos: Ministerio del Ambiente)