Ganado Hacienda La Colpa - Cajamarca/Perú |
En el Perú pre hispánico no existía el ganado vacuno.
Este ganado es introducido durante la ocupación española y el Virreinato del Perú.
Trajeron animales de las razas Bos taurus, que provenían de las regiones españolas de Extremadura, Andalucía, Murcia, Cataluña e Islas Canarias.
Entre las razas introducidas estuvieron:
-Retinta: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Presenta pelaje de color rojo
oscuro y lustroso, excepto en torno a los ojos y en la borla de la cola, que es
blanquecina. Una yunta puede arrastrar una carga de 1000 kilogramos a una
velocidad de dos a dos y medio kilómetros por hora.
-Berrenda: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Existen dos distribuciones de color, el grupo menor de color blanco con manchas negras o rojo y negras; y el grupo mayor con una mezcla de blanco y rojo.
-Pajuna o Serrana: Raza de doble aptitud (carne y trabajo). Presenta pelaje castaño oscuro, con intensificación pigmentaria periférica, de forma que las partes distales se oscurecen notablemente, siendo característica la orla plateada alrededor del morro, así como el listón o decoloración a lo largo de la columna vertebral; según lo descrito por el Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente.
-Andaluza: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Presenta pelaje de color negro uniforme sin ninguna variación en su intensidad.
-Murciana: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Presenta pelaje de color castaño que recubre únicamente las espaldas, los costillares y los flancos, pero se aclara hacia el dorso y se oscurece en la línea ventral y en la parte interior de las patas
-De Lidia: Raza orientada a la lidia (tauromaquia). Sus colores varían desde el gris, el berrendo, el jaspeado, el roano, el colorado, el castaño y el negro.
Al empezar la República, los propietarios de los feudos en la sierra, iniciaron una serie de cruzamientos con reproductores importados (Shorthorn Lechero, Simmental, Normando, Jersey, Ayrshire).
A mediados del siglo pasado, el cruzamiento se intensificó a través del uso de la inseminación en las haciendas tecnificadas y después en la Sociedad Agraria de Interés Social (SAIS) y cooperativas, destacando el uso de las razas Holstein y Brown Swiss del tipo lechero americano, resultando el ganado denominado “Criollo Mejorado”, dado que existe el ganado criollo típico o no mejorado, criado por pequeños y medianos criadores, y que predomina en la Sierra en comunidades campesinas.
Las razas criollas suelen emplearse por su triple propósito: carne, leche y trabajo. Responden adecuadamente al engorde intensivo, alcanzando incrementos entre 90 y 120 kg en 90 días de engorde, gracias a su gran aptitud de engorde compensatorio.
Dado que las áreas agrícolas de la Sierra tienen una pendiente igual o mayor a 25 por ciento, donde se hace difícil la utilización de maquinaria agrícola, es una alternativa su uso en yuntas para labores agrícolas, y como transporte comunal y familiar, lo cual se confirma en las regiones de Ancash, Apurímac, Ayacucho y Cajamarca, donde más del 60 por ciento de la población utiliza animales para realizar trabajos agrícolas o pecuarios.
En América Latina, cuando se comparan los niveles productivos de rebaños puros de bovinos Criollos, con rebaños comerciales de bovinos mestizos con Holstein o Pardo Suizo, en la mayor parte de estudios, éstos muestran desventaja; no obstante, aportan adaptación al medio ambiente (menores exigencias alimenticias), mayor fertilidad, longevidad, resistencia al pastoreo y a condiciones adversas, como pastos pobres y épocas de largas sequías, así como a parásitos y algunas enfermedades.
La genética base de razas criollas permitiría también la generación de nuevas líneas, especializadas en producción de leche, carne o doble propósito, conservando sus características de adaptación y habilidad materna.
Por lo tanto, el ganado criollo en el Perú, tiene gran importancia como pie de cría o base, sobre la cual se puede mejorar genéticamente, conservando sus características de rusticidad y adaptación a la altura.
-Berrenda: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Existen dos distribuciones de color, el grupo menor de color blanco con manchas negras o rojo y negras; y el grupo mayor con una mezcla de blanco y rojo.
-Pajuna o Serrana: Raza de doble aptitud (carne y trabajo). Presenta pelaje castaño oscuro, con intensificación pigmentaria periférica, de forma que las partes distales se oscurecen notablemente, siendo característica la orla plateada alrededor del morro, así como el listón o decoloración a lo largo de la columna vertebral; según lo descrito por el Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente.
-Andaluza: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Presenta pelaje de color negro uniforme sin ninguna variación en su intensidad.
-Murciana: Raza de doble aptitud (trabajo y carne). Presenta pelaje de color castaño que recubre únicamente las espaldas, los costillares y los flancos, pero se aclara hacia el dorso y se oscurece en la línea ventral y en la parte interior de las patas
-De Lidia: Raza orientada a la lidia (tauromaquia). Sus colores varían desde el gris, el berrendo, el jaspeado, el roano, el colorado, el castaño y el negro.
Al empezar la República, los propietarios de los feudos en la sierra, iniciaron una serie de cruzamientos con reproductores importados (Shorthorn Lechero, Simmental, Normando, Jersey, Ayrshire).
A mediados del siglo pasado, el cruzamiento se intensificó a través del uso de la inseminación en las haciendas tecnificadas y después en la Sociedad Agraria de Interés Social (SAIS) y cooperativas, destacando el uso de las razas Holstein y Brown Swiss del tipo lechero americano, resultando el ganado denominado “Criollo Mejorado”, dado que existe el ganado criollo típico o no mejorado, criado por pequeños y medianos criadores, y que predomina en la Sierra en comunidades campesinas.
Las razas criollas suelen emplearse por su triple propósito: carne, leche y trabajo. Responden adecuadamente al engorde intensivo, alcanzando incrementos entre 90 y 120 kg en 90 días de engorde, gracias a su gran aptitud de engorde compensatorio.
Dado que las áreas agrícolas de la Sierra tienen una pendiente igual o mayor a 25 por ciento, donde se hace difícil la utilización de maquinaria agrícola, es una alternativa su uso en yuntas para labores agrícolas, y como transporte comunal y familiar, lo cual se confirma en las regiones de Ancash, Apurímac, Ayacucho y Cajamarca, donde más del 60 por ciento de la población utiliza animales para realizar trabajos agrícolas o pecuarios.
En América Latina, cuando se comparan los niveles productivos de rebaños puros de bovinos Criollos, con rebaños comerciales de bovinos mestizos con Holstein o Pardo Suizo, en la mayor parte de estudios, éstos muestran desventaja; no obstante, aportan adaptación al medio ambiente (menores exigencias alimenticias), mayor fertilidad, longevidad, resistencia al pastoreo y a condiciones adversas, como pastos pobres y épocas de largas sequías, así como a parásitos y algunas enfermedades.
La genética base de razas criollas permitiría también la generación de nuevas líneas, especializadas en producción de leche, carne o doble propósito, conservando sus características de adaptación y habilidad materna.
Por lo tanto, el ganado criollo en el Perú, tiene gran importancia como pie de cría o base, sobre la cual se puede mejorar genéticamente, conservando sus características de rusticidad y adaptación a la altura.