Mostrando entradas con la etiqueta Cambio Climático. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cambio Climático. Mostrar todas las entradas

sábado, 12 de febrero de 2022

Pantanos y glaciares en riesgo de perder áreas de extensión debido al cambio climático



 Los pantanos y glaciares del país están en riesgo de perder importantes áreas de su extensión debido al estrés hídrico causado por la variabilidad climática, según el estudio “Impacto del cambio climático en los biomas peruanos”(*), elaborado por especialistas del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam) 

 

Entre los hallazgos más importantes se consigna que los pantanos y glaciares son los ecosistemas más vulnerables a potenciales pérdidas de hasta el 50 % de su cobertura actual.


Según los investigadores, la presión del estrés hídrico sobre dichos entornos naturales provocaría una migración de especies y cambios en su fisonomía. Además, concluyen que el 82% de la cobertura actual de dichos ecosistemas, en el Perú, se mantendrá estable: un 10% migrará a condiciones más húmedas y un 4.5% disminuirá su humedad.


Para el desarrollo de esta investigación se utilizaron, como base, los mapas ecosistémicos del Minam, una extensa revisión bibliográfica de la agrupación de biomas, técnicas de clasificación automática (Machine Learning) y proyecciones climáticas regionales robustas derivadas del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados 5 (CMIP5, por sus siglas en inglés Coupled Model Intercomparison Project).


“Este trabajo científico representa una contribución valiosa del Senamhi a la comunidad científica, gestores, evaluadores, tomadores de decisión y al público en general; en una etapa de concientización de los posibles efectos negativos del cambio climático en un país biodiverso como el Perú”, señaló el Dr. Waldo Lavado, subdirector de Estudios e Investigaciones Hidrológicas del Senamhi.


(*)“Climate Change Impact on Peruvian Biomes” está publicado en la revista científica Forests, de categoría Q1, al cual se puede acceder ingresando a través del siguiente enlace: https://www.mdpi.com/1999-4907/13/2/238


Datos; Ministerio del Ambiente - Perú

miércoles, 27 de octubre de 2021

43,6% de la vegetación nativa de Chile en peligro por el cambio climático

 


Una investigación encabezada por Andrés Muñoz-Sáez, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile, determinó que el 43,6% de la vegetación nativa chilena estaría en peligro frente al cambio climático. 


Además demostró que araucarias, alerces, especies de Nothofagus y vegetación de la estepa altiplánica registran índices de vulnerabilidad por sobre el 95%. 


La investigación fue publicada en la revista Science of the Total Environment y contó con la participación de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, de la Universidad de California Davis y de la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS). 


El trabajo aborda la sobreexplotación de recursos naturales, la contaminación, la invasión de especies exóticas o los incendios. A esto se suma el aumento de las temperaturas y el déficit hídrico que afecta al país. 


Han logrado un detallado mapa del riesgo climático para los 24 tipos de vegetación nativa existentes en el territorio chileno y 38 otras categorías de coberturas.


La investigación demuestra que si se continúa con las tasas de emisiones de gases de efecto invernadero, un 43,6% de la vegetación nativa estaría expuesta a un alto riesgo climático. 


Las simulaciones realizadas indican que, hacia el período 2061-2080, los índices de mayor riesgo climático para la vegetación nativa local se registran en la cordillera de los Andes y sectores de la cordillera de la Costa, en la zona centro-sur del país. 


Además, se verían afectados varios tipos de Nothofagus: robles, coihues, raulíes, hualos, especies que comprenden más del 50% de la superficie de bosques nativos de Chile. 


A su vez, se estima que el altiplano del norte de Chile corre peligro y el 80% de la vegetación de estepa altiplánica y más del 90% de los salares se encuentran en alto riesgo. (Datos: EMOL-Chile)


martes, 15 de diciembre de 2020

La Caza Indiscriminada de Ballenas por Parte de Japón Impulsa el Calentamiento y Cambio Climático del Mundo

 

Balleneros japoneses en la Antártida


La ciencia ya ha demostrado la urgencia de reducir las emanaciones de dióxido de carbono (CO 2 ) a la atmósfera. 


Si no disminuimos en un 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030 y no las suprimimos al 2050, la temperatura del planeta se elevará por sobre los 1,5° C respecto al período preindustrial generando impactos en cadena sobre los ecosistemas y nuestra forma de vida.


En esa carrera por detener la crisis ambiental del planeta, la conservación de las ballenas juega un rol clave.


Un reciente estudio, publicado en la revista Science Advance, señala que la pesca en altamar ha liberado a la atmósfera al menos 730 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) desde 1950, contribuyendo así de manera notable al calentamiento global del planeta y al cambio climático.


“A diferencia de la mayoría de los organismos terrestres, que liberan su carbono a la atmósfera después de la muerte, los cadáveres de grandes peces marinos se hunden y capturan carbono en las profundidades del océano”, dice el estudio. Es lo que se conoce como «carbono azul».


El ADN gobierna nuestras vidas


¿El ADN contiene un plan de vida que debemos cumplir?


El problema es que gran parte de ese carbono azul, en lugar de estar en el fondo del mar, ha sido liberado a la atmósfera durante décadas producto de la captura desmedida de grandes cantidades de peces, entre ellos las ballenas.


Entre los animales marinos que más carbono almacenan están las ballenas. Cuando éstas mueren de manera natural, “sus cuerpos, que son gigantes y que han capturado carbono durante su vida, caen al fondo manteniendo en el suelo marino el C02”, explica Elsa Cabrera, Directora Ejecutiva del Centro de Conservación Cetácea en Chile. 


Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) precisa que “cada gran ballena secuestra 33 toneladas de CO 2 en promedio”, y es por esa importante función que estos animales son “un aliado potentísimo en el combate a la crisis climática”, dice Cabrera, quien es también observadora acreditada en las reuniones de la Comisión Ballenera Internacional.


“En este sentido —dice Cabrera— Japón tiene un récord negrísimo en el tema de las ballenas, porque con el número que ha ayudado a capturar a través de subsidios estatales es responsable de una gran pérdida de estos animales en el océano que son aliados clave”.


Una Realidad Cuántica


Lo que no vemos pero sí ocurre

El 29 de junio de 2019, Japón se retiró de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para poder reanudar la caza comercial de ballenas dentro de su territorio marítimo, cosa que hizo a partir del 1 de julio de ese mismo año. Para 2020, la cuota anual de ballenas que puede capturar, únicamente dentro del mar japonés, es de 120 en el caso de la ballena Minke (Balaenoptera acutorostrata), 150 para la Bryde (Balaenoptera brydei) y 25 para la Sei (Balaenoptera borealis), según datos entregados por Luis Pastene, Jefe de Ciencias del Instituto de Investigación de Cetáceos de Tokio, Japón.


Antes de eso, y mientras fue parte de la CBI, el país nipón realizó una controvertida caza de ballenas con fines científicos a través de dos programas distintos: uno en el océano Antártico que involucró la captura de ballenas Minke y otro en el Pacífico Norte con ballenas Minke, de Bryde y Sei.


Aunque Japón argumenta que el objetivo de esas investigaciones fue colectar la información necesaria para que la futura caza comercial tuviera bases científicas, quienes critican el actuar del país asiático, en cambio, aseguran que esas capturas nunca tuvieron realmente objetivos científicos. “Esto nunca fue un tema de ciencia”, dice Cabrera y asegura que así quedó demostrado en 2014 cuando la Corte Internacional de Justicia falló en contra de Japón en una demanda interpuesta por Australia y Nueva Zelanda.


“Los permisos especiales otorgados por Japón para la matanza, captura y tratamiento de ballenas en relación con el JARPA II (el programa Antártico) no eran para fines de investigación científica”, dice el fallo de la Corte.


Además del CO2 que capturan las ballenas y que secuestran en sus cuerpos al morir, estos animales fertilizan el océano con sus fecas y su orina produciendo mayores florecimientos de fitoplancton. Este último, no solo produce al menos el 50% del oxígeno en la atmósfera sino que también absorbe enormes cantidades de CO2. “Alrededor de 37 mil millones de toneladas métricas, un estimado del 40 por ciento de todo el CO2 producido”, precisa el informe del FMI, lo que equivale a la cantidad de CO2 capturada por 1,70 billones de árboles, es decir, el valor de cuatro bosques amazónicos, señala el documento.


Lamentablemente, décadas de caza industrializada de ballenas redujeron las poblaciones de estos animales y los biólogos estiman que son menores a una cuarta parte de lo que alguna vez fueron. Ahora, dice el biólogo marino Rodrigo Hucke, profesor de la Universidad Austral de Chile y presidente del Centro Ballena Azul, “nos estamos dando cuenta que tal vez los océanos eran más productivos debido a que había muchas ballenas”, por lo que “hay que dejarlas recuperarse para ver si ellas son capaces, en su impresionante rol que tienen a nivel global, a que vuelvan los mares a ser lo que fueron en su momento”, dice. (parte de artículo de Mongabay Latam - Artículo completo)

lunes, 19 de agosto de 2019

Perú Impulsa y Participa en la Trascendental Expedición Científica Huascarán

Nevado Huascarán

Un equipo de científicos, conformado por expertos peruanos y extranjeros, se instalaron desde hace aproximadamente un mes en el nevado Huascarán para recoger muestras del núcleo de hielo con la finalidad de realizar estudios del comportamiento del clima y fenómenos del cambio climático.

El grupo teminó su trabajo este domingo, 18 de agosto, en el Parque Nacional Huascarán, en Áncash, área natural protegida a cargo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam).

Los científicos, con el apoyo de montañistas y porteadores, extrajeron muestras de hielo que servirán para realizar diversos estudios especializados.

Se recabaron 4 muestras denominadas núcleos de hielo (dos a 170 metros del col y dos a 70 metros de la cumbre sur), las que fueron almacenadas en 480 contenedores especiales, y luego transportadas a Lima, por vía aérea, para su embarque a la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, dónde serán analizadas.

Se pretende obtener información valiosa sobre la biodiversidad, la química atmosférica, la temperatura y precipitación de los últimos 20 mil años. 

Los estudios ayudarán a prevenir futuras amenazas por el deshielo de glaciares y adoptar políticas públicas que permitan una adecuada adaptación a los fenómenos del cambio climático.

La investigación es encabezada por el reconocido glaciólogo estadounidense Lonnie Thompson, quien estudia los glaciares de todos los continentes, e integrada por científicos rusos, italianos, franceses, mexicanos y estadounidenses, además de la participación de los científicos peruanos Oscar Vilca, Edwin Loarte y Alexander Santiago del Inaigem. 

El Inaigem - Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña, del Ministerio del Ambiente del Perú, tiene un convenio con el Centro BYRD-BPCRC de Investigación Polar y del Clima de la Universidad Estatal de Ohio de Estados Unidos, a través del cual se podrán formar jóvenes talentos doctorales en el laboratorio del Dr. Lonnie Thompson, los que permitirán que Perú se integre a redes internacionales del más alto nivel. (Datos: Ministerio del Ambiente)




ALGO IMPORTANTE EN ESTE WEBSITEr