Majás - Cuniculus paca |
El majás o picuro - Cuniculus paca, es un roedor de
hábito nocturno y solitario.
En el Perú, se distribuye en toda la selva baja y selva alta, hasta aproximadamente 1500 m de altitud.
Se le encuentra también en una amplia zona que va desde el sureste de México hasta
el norte de Argentina.
Entre los mamíferos silvestres del neotrópico, el majás es uno de los más apreciados por su carne, convirtiéndose así en un recurso muy importante
para la economía de los habitantes ribereños, particularmente
para los que habitan en selva baja. Por este motivo es una de
las especies más cazadas.
La cuenca del río Alto Itaya enclavada entre los ríos Amazonas,
Marañón y Nanay comprende un área aproximada de
1 mil 200 km2. En esta cuenca se encuentran habitando diversas
especies de fauna silvestre, entre ellas el majás, que es
aprovechado por la población humana local para el consumo de
subsistencia y para la venta a fín de cubrir las necesidades básicas
de salud y vestimenta.
Las actividades
de extracción de madera de valor comercial bajo la modalidad
de concesiones forestales, la caza, la colecta de frutos silvestres y
de hojas de palmeras y de otras especies es cada vez mayor, y estarían
generando serias alteraciones a los ecosistemas, en desmedro de
las poblaciones del majás y de otros integrantes de la fauna
silvestre, con riesgo incluso de extinción paulatina de ciertas
especies si no son adoptadas medidas correctivas que garanticen
la conservación de la biodiversidad.
En cuanto a los ambientes que usan estos animales para el
descanso o “sueño diurno”, hasta la fecha no existe información
en detalle acerca de la caracterización y su estrecha relación con
los cuerpos de agua para protegerse de sus depredadores.
Asimismo,
debido a la falta de información de densidad poblacional
no ha sido posible la aplicación de modelos para determinar el
impacto de la caza.
En tal sentido, con los resultados de la investigación en la cuenca del río Alto Itaya se pretende ampliar la información sobre caracterización de madrigueras, presión
de caza y densidad poblacional.
La fisiografía del suelo en el área investigada varió desde terraza
alta a colina baja, de ligera a moderadamente disectada, con
pendientes de hasta 40% de inclinación. En ellas, la comunidad
vegetal predominante fue de tipo varillal que crece en suelo arcillo-arenoso,
cuya composición florística estuvo compuesto por
árboles esclerófilos, de fuste casi rectos entre 10 a 25 m de alto y
algunos emergentes superiores a 35 m como el pashaco (Parkia
sp.), quinilla (Elaeoluma sp., Manilkara sp.), machimango (Eschweilera
sp.), entre otros.
Entre las palmeras sobresalieron por
su relativa abundancia la huacrapona (Socratea sp.), cashapona
(Iriartea sp.), ungurahui (Oenocarpus sp.) y chambira (Astrocaryum
sp.).
En gran parte del área de estudio el sotobosque de tipo
abierto estuvo poblado por palmeras de irapay (Lepidocaryum
sp.), pero también habían plantas herbáceas y semileñosas. El
piso del bosque estuvo generalmente cubierto por un colchón
de hojarascas entre 10 a 15 cm de espesor.
Para los fines de evaluación del majás fueron definidas
siete estaciones de muestreo distribuidas en áreas de intensa
caza y de moderada caza.
En el área de intensa caza que
comprendió principalmente ambas orillas del río hasta 3 km
hacia el interior, el bosque en general presentó serias alteraciones
como consecuencia de la extracción de especies maderables y de
hojas de irapay (Lepidocaryum sp.) y por la presencia de numerosos
senderos de cazadores, por lo que en algunas oportunidades
los censos nocturnos fueron perturbados por la detonación de
armas de fuego muy cerca de los transectos. Aquí, la fauna en
general es muy escasa, particularmente en las estaciones
de muestreo de Miraflores y Agua Blanca.
En el área de moderada presión de caza que comprendió más
allá de los 3 km desde ambas orillas del río, curso superior del
Itaya y las quebradas Yanayacu y Nauta, el bosque presentó un
aspecto menos perturbado por el difícil acceso hacia el interior
y las cabeceras del río y afluentes, particularmente durante la
época de “vaciante” (junio–octubre), debido al bajo caudal de
las aguas y la abundancia de palos caídos a lo largo del curso
superior del Itaya y sus afluentes. Aquí, los senderos de cazadores
fueron escasos por lo que la fauna en general nos pareció
relativamente abundante.
Caracterización de los ambientes de dormir: Para este propósito se usaron los transectos abiertos para los
censos nocturnos tanto en áreas de intensa caza como de moderada
caza. La búsqueda de estos ambientes se hizo en horario
diurno y a lo largo de los transectos en una amplitud de 40 m;
es decir, 20 m por lado. Una vez verificado el uso del ambiente
por la presencia del animal o por la fuga (huellas frescas de
ingreso y orificio de escape abierto), procedimos a anotar en
la libreta de campo datos referente a: número de orificios de
uso habitual, número de orificios para la fuga circunstancial,
presencia de restos orgánicos en la cavidad interna, distancia
del orificio de uso habitual a los cuerpos de agua y animales con
los que cohabitaban.
Registro de caza: Tuvo como finalidad determinar la presión de caza, el mismo
que se llevó a cabo desde febrero del 2006 a diciembre del 2007.
Para este propósito contamos con la activa participación de cazadores
de las comunidades asentadas en la cuenca del río Alto
Itaya, en particular de Carbajal, Luz del Oriente y Villa Belén.
Cada cazador involucrado en el estudio contó con un juego de
fichas donde anotó la fecha y lugar de caza, sexo, edad aproximada,
peso del animal, presencia de feto y/o embrión, así como de
otros datos adicionales.
El registro de caza fue aprovechado para
la colecta y preservación del sistema reproductor de las hembras
adultas en una mezcla de alcohol absoluto y formol al 10% con
la finalidad de determinar la productividad bruta y el tamaño
de la camada. El material biológico fue recabado cada dos meses
y luego depositado en el Museo de Zoología de la Universidad
Nacional de la Amazonía Peruana para el respectivo análisis.
El
área de caza estimada en 500 km2 fue calculada en base
a los sitios de caza reportados por los cazadores. Al promedio
anual de caza fue adicionado 35% para compensar los individuos
extraídos por cazadores que no participaron en el registro de caza.
La presión de caza anual (individuos cazados/km2
) fue calculada
dividiendo el promedio anual de animales cazados entre el área
de caza (No. individuos cazados/área de caza).
Estructura poblacional: La composición de sexos y edades en la población de majás para la cuenca del río Alto Itaya se hizo en base a la
información proporcionada por los cazadores en los registros
de caza.
Censos: Los censos fueron conducidos en las estaciones de muestreo
correspondientes a las áreas de alta presión de caza (Miraflores,
Seis Unidos y Agua blanca) y de moderada presión de caza
(Yanayacu, Nauta, Agua Blanca, Cóndor y Botín). En cada uno
de las estaciones de muestreo fueron abiertos de cuatro a cinco
transectos de 2 km de longitud. Por cada uno de estos transectos
se realizaron censos de ida y vuelta, al anochecer desde las 18:30
h a 21:30 h y al amanecer desde las 03:00 a 05:00 h (hora local).
Cada vez que se logró visualizar a un individuo, se procedió a
anotar en la libreta de campo el tipo de vegetación, actividad al
momento del contacto y la distancia perpendicular del animal
avistado al transecto. Cada transecto fue censado hasta en tres
oportunidades. Un total de 741 km fueron censados. La densidad fue analizada con el software Distance versión
5.0, método ampliamente usado para evaluar poblaciones de la
fauna silvestre tropical.
Impacto de la caza: Para el análisis de sostenibilidad de caza se hizo uso del
modelo de cosecha. Para este propósito, además de la presión de
caza fue necesario determinar la productividad anual, la cual fue
calculada multiplicando la productividad bruta (N.° Embriones
y/o fetos/hembras adultas analizadas) por el N.° gestaciones/año
y por la media de la densidad poblacional. La productividad
bruta fue determinada del análisis del sistema reproductor de
33 hembras adultas entre gestantes y no gestantes. La densidad
utilizada fue la calculada para el área en general. Finalmente, el
porcentaje de la producción anual sugerido para una cosecha
sostenible fue tomado de Robinson y Redford (1997), quienes
consideran 40% para animales de vida corta, entre los que se
encuentran los roedores grandes como el majás.
Como resultado de la investigación fueron observados y caracterizados
un total de 74 ambientes de dormir. Cada uno de
estos ambientes contaba entre uno a tres orificios para el acceso
y salida habitual de la madriguera, uno a cuatro orificios para la
fuga circunstancial y una cavidad interna para el “sueño diurno”.
Los orificios de ingreso y salida habitual se caracterizaron por
encontrarse muy trajinados y libre de hojarascas, mientras que
los orificios utilizados para la fuga estuvieron cubiertos con hojarasca
seca y no mostraban signos de uso en la mayoría de los
casos. Del total de ambientes observados, 63 equivalente al 85%
contaban con un solo orificio para el uso habitual de entrada y
salida y 59 equivalente al 81% entre uno y dos orificios para la
fuga circunstancial ante el posible ataque de sus depredadores. En la cavidad interna, la “cama” para el “sueño diurno”
se caracterizó por ser de mayor diámetro al orificio de acceso y
salida y por encontrarse limpia y libre de desechos orgánicos,
a excepción de la abundante hojarasca seca lo que demuestra
que estos animales no defecan ni orinan dentro de su ambiente
de descanso. Por otro lado, de las inspecciones realizadas se
puede afirmar que estos animales no acostumbran a cohabitar
con otros mamíferos como ocurre en otras especies, puesto que los únicos
animales encontrados en la cavidad interna fueron pequeños
reptiles, arácnidos e insectos.
El majás por su cuerpo relativamente pesado y
extremidades cortas, de hecho tiene ciertas limitaciones para
emprender una carrera veloz que le permita mantenerse lejos
del alcance de sus depredadores, por ello quizá sus ambientes
para dormir están distribuidos muy cerca de los cuerpos de agua
a donde acuden ante el inminente peligro de ataque.
Los 74 ambientes registrados estuvieron
distribuidos desde 0,0 m a más de 100,0 m de distancia
con respecto a los cuerpos de agua; sin embargo, 50 equivalente
al 67,6% se encontraban distantes entre 0,0 m a 40,0 m. lo que corroboraría que efectivamente la distribución de estos
ambientes está en estrecha relación con los cuerpos de agua, que
cuanto más cerca se encuentren tendrían mayor probabilidad
de sobrevivir al ataque. Pero también hubo madrigueras a más
de 100 m con respecto a los cuerpos de agua, particularmente
en las terrazas altas y colinas bajas.
Basados en los registros de caza y la categorización por parte de
los cazadores, la población del majás en el área de estudio estuvo
conformada en un 74% por adultos, 3% por subadultos, 19%
por juveniles y 4% por infantes. En la población, los
machos y hembras se mantuvieron en una proporción de 1: 1.
Sin considerar la extracción por cazadores que desistieron en
participar en los registros, del área de caza estimada en 500 km2
fueron extraídos un promedio anual de 149 ejemplares. La mayor cosecha ocurrió en la época de vaciante (junio–
octubre) con 82 individuos equivalente al 55% del total. La
presión de caza anual fue calculada en 0,4 individuos/km2
.
La densidad poblacional fue estimada para las áreas de alta
y moderada presión de caza y para el área en general.
Así, para el área de alta presión de caza la densidad fue calculada
en 3,9 individuos/km2
, mientras que para el área de moderada
presión de caza fue estimada en 9,2 individuos/km2
, en tanto
que para el área en general la densidad fue de 6,92 individuos/
km2
.
El modelo de cosecha nos indica que la caza del majás en el área de estudio está dentro de lo sostenible, por
cuanto solamente el 8,16% de la producción anual fue extraída.
En los análisis de contenido estomacal,
en más de cinco muestras fueron encontrados restos de caracoles
acuáticos del género Pomacea, lo que indicaría que los moluscos
forman parte de su componente alimenticio.
La información publicada en el presente post es una parte pequeña y resumida del estudio:
"Aspectos Ecológicos y Sostenibilidad de la Caza del Majás - Cuniculus paca - en la Cuenca del Río Itaya, Amazonía Peruana"
Efectuado por: Rolando Aquino, Deyber Gil y Etersit Pezo
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Cuiencias Biológicas - Lima, Peru.
Características Físicas del Majás:
-Su cuerpo mide entre 60 y 79 cm de longitud y la cola 2 a 3 cm.
-Pesa entre 7 y 10 kg.
-Está cubierto por un pelaje híspido de color pardo o anaranjado, con bandas de manchas blancas redondeadas.
-La cabeza es grande, las mejillas son abultadas, las orejas son cortas, marrones, las vibrisas son largas, los ojos son grandes y bien separados.
-La gestación dura 145-155 días (Datos: Wikipedia)