viernes, 2 de junio de 2023

LOS CIENTÍFICOS PREVÉN TSUNAMIS GIGANTES DESDE LA ANTÁRTIDA

 




Cuando se piensa en los efectos del acelerado calentamiento global en los polos del planeta habitualmente se piensa en grandes trozos de hielo desprendiéndose o algún iceberg a la deriva. 


Pocas veces se piensa en las tierras bajo el mar de estas latitudes y en su comportamiento. 


No obstante, una reciente investigación multidisciplinar ha profundizado en la composición y comportamientos de la zona submarina con una conclusión que deben tener en cuenta los pobladores de las costas del hemisferio sur.


Un estudio publicado en la revista científica Nature Communicatiors debería poner en alerta a los habitantes de Sudamérica, Oceanía y el sudeste asiático.


Los científicos estiman que se avecinan tsunamis gigantes procedentes de la Antártida. 


Éstos no se verán a simple vista porque se originarán en las tierras subterráneas donde los corrimientos de tierra y descongelaciones van a dar el primer paso de los movimientos de las corrientes marítimas que van a impulsar las grandes olas.


Una de las claves que ha revelado esta investigación ha sido atisbar cómo era la Tierra cuando el clima del planeta tierra era de media 3 grados Celsius más calurosa que en la actualidad y se produjo un deshielo. 


Los restos que han llegado hasta el Mar Rojo en Egipto sugieren que las regiones de la Antártida fueron proclives a los movimientos.


La explicación de los científicos consiste en que las altas temperaturas acabaron con las algas y otras plantas que hacían más firme el fondo marino y esto ayudó a que los sedimentos se deslizaran con facilidad. 


Sin el peso de estos restos en la placa continental de la Antártida, la plataforma continental emergió de manera brusca como cuando a un objeto flexible se le retira una carga de encima. 


Con este brusco movimiento geológico se multiplicaron los movimientos de tierras y se desataron los tsunamis en dirección a las costas más al norte. 


El estudio subraya que las condiciones de "inestabilidad" se están reproduciendo en los últimos tiempos y también adelanta una posible época de mayor sismicidad en la Antártida, lo que multiplicaría los incidentes geológicos que derivan en tsunamis en el hemisferio sur.


Los autores de la investigación no han precisado cómo serían estas olas aunque calculan que si se toman las referencias del pasado serán gigantes en una zona en que se encuentra aproximadamente el 20 % de la población mundial. 


En el año 1929 un tsunami de 13 metros de altura arrasó una parte de la costa de Canadá y en el año 1998 en la isleña Papúa Nueva Guinea la costa recibió una ola de 15 metros que acabó con miles de personas. (msn)









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