La suspensión de algunas actividades por la COVID-19 en el Santuario Histórico de Machu Picchu, ha expuesto lo mejor de la naturaleza, el ejemplo palpable es la aparición, por primera vez, de especies que ya se creían extintas y otras que retornan a esta área natural protegida, como el ocelote o tigrillo, la rata chinchilla y la zarigüeya andina.
Ernesto Escalante Valencia, jefe del Santuario, comunicó que captaron al felino. “Nos ha sorprendido, porque es la primera vez que se ha registrado en el santuario. Es una noticia muy importante para el tema de conservación”, aseguró. El registro del tigrillo (Leopardus Pardalis) se realizó como parte de la investigación desarrollada por el experto Daniel Cossios, con apoyo del Sernanp. En Wiñay Wayna Machu Picchu se instalaron 10 cámaras trampa, entre los 2,560 hasta los 3,260 metros sobre el nivel del mar.
El funcionario explicó o que este hallazgo guarda relación con el ingreso de los osos de anteojos u osos andinos a la ciudadela Inca, mamíferos a los que se vio paseándose por encima de muros inca y desaparecer por la densa selva.
“Los reportes son frecuentes, salen en lugares inusuales, y es precisamente porque la cantidad de turistas han bajado en el Santuario Histórico de Machu Picchu”, argumentó Escalante Valencia y agregó que, de las más de 37 hectáreas que forma parte el parque arqueológico, solo el 0,7 por ciento es destino turístico.
“En toda el área es posible tener registros, avistamientos, huellas, heces, y otras características que nos permite mostrar que tenemos estas especies en todo el santuario”, precisó.
Durante el 2020, año del inicio de la pandemia por la COVID-19, especialistas del Sernanp también registraron a la rata chinchilla (Cuscomys Oblativus), especie que ya se creía extinta. “El último reporte que se tuvo es del año 1986 por un especialista que vino a hacer un estudio. Después ya no se le volvió a ver, hasta el año pasado que se ha encontrado filmaciones y fotografías”, manifestó.
Durante la investigación también se evidenció la presencia de un gran número de individuos de venado enano o tankataruka, con un 34% de los registros; además de otras especies como el añuje, la zarigüeya andina (Didelphis Pernigra) y el coatí andino.
“En el país el 95 por ciento de las áreas naturales protegidas se hallan en buen estado, pero los incendios forestales que se registran por esta época son la principal amenaza, al menos en los últimos años”, ultimó el funcionario. (Microsoft News)
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