Dos especies de pingüinos gigantes, desconocidas hasta ahora y ya extinguidas, vivieron en las costas de Perú hace 36 y 42 millones de años respectivamente, según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte hecho público este lunes.
El informe, liderado por la paleontóloga Julia A. Clarke, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte (EE.UU.) pone de manifiesto que esas especies de pingüino alcanzaron las regiones ecuatoriales 10 millones de años antes de lo que se barajaba en anteriores trabajos.
Cuando los pingüinos arribaron a esta zona se presentaban en la Tierra temperaturas incluso más cálidas que las actuales.
La primera de las nuevas especies descubiertas es la del gigantesco Icadyptes, un pingüino de más de un metro y medio de altura que vivió hace 36 millones de años en las costas del sur de Perú.
El otro tipo de pingüino, el Perudyptes, vivió hace 42 millones de años en las costas más meridionales del país suramericano, medía cerca de 76 centímetros y era una de las especies más tempranas en la historia evolutiva del pingüino.
El hallazgo de estos fósiles es especialmente significativo puesto que cuestiona las hipótesis sobre la evolución y localización de estos animales en el mundo.
Estudios anteriores abogaban porque los pingüinos evolucionaron probablemente en latitudes altas, tales como la Antártida y Nueva Zelanda.
Según dichos estudios, estas especies se desplazaron hace 10 millones de años hacia el norte, a latitudes más cercanas al ecuador, mucho después del enfriamiento global de la tierra hace 34 millones de años.
"Solemos pensar que los pingüinos son especies adaptadas al frío", dijo Clarke en un comunicado."Sin embargo, los nuevos fósiles datan de uno de los períodos más cálidos de los últimos 65 millones de años de la historia de la Tierra", explicó la paleontóloga.
Las nuevas especies son la evidencia de la presencia de pingüinos en áreas ecuatoriales durante un período en el que se sufrió uno de los mayores cambios climáticos de la historia, de las cálidas temperaturas del Paleoceno y Eoceno, a las gélidas condiciones posteriores.
Las dos especies proceden de diferentes regiones: los ancestros de los Perudyptes proceden de la Antártida, mientras que los del gran Icadyptes vienen de Nueva Zelanda, según el estudio.
Aunque el hallazgo de estos fósiles parece contradecir la relación conocida entre pingüinos y clima, Clarke advirtió de que el hecho de que los ancestros de estas aves procedan de zonas cálidas no significa que los pingüinos no se vean amenazados por el calentamiento global.
"Estas especies peruanas son las ramas anteriores de la familia en el árbol genealógico de los pingüinos. Son parientes lejanos de los actuales", explicó Clarke.
"Además, el calentamiento global de hoy en día ocurre en una escala de tiempo mucho menor. Los datos de estos fósiles no pueden servir para discutir que este calentamiento afectará negativamente a la forma de vida de los pingüinos", añadió.
El estudio, que apareció en la publicación científica Proceedings of the National Academy of Science, contó con colaboradores argentinos y peruanos. (EFE)
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