Cavia porcellus es el nombre científico de un roedor doméstico originario de los Andes peruano bolivianos, perteneciente a la familia Cavidae, género Cavia.
En español recibe diversos nombres según cada país. En su zona de origen, se lo conoce como cuy (del quechua quwi), nombre onomatopéyico que aún lleva en el Perú, Bolivia, Ecuador y sur de Colombia. El vocablo cuy es también conocido en las zonas fronterizas de su zona de origen, pero comúnmente se le denomina por variantes de él, como cuyo, cuye, curí, curie, curiel o cuis.
El término cobaya (o cobayo), del tupí sabúia se utiliza también. Se conocen otras variantes como cuilo en Costa Rica. En general, luego de cada uno de estos nombres en sus respectivos países el segundo nombre más frecuentemente asociado con el animalito suele ser conejillo de Indias. Este último es el término más frecuente en España y Norteamérica (EE.UU.y México).
El Cavia porcellus fue descrito por primera vez por Konrad von Gesner en 1554
El Cavia porcellus fue domesticado desde hace al menos 4.000 años, hacia el siglo XX bC o XXI bC, a partir de la variante salvaje (Cavia tschudii) que aún habita los Andes centrales del Perú. También han sido encontrados en zonas frías, selváticas y sabanas de Colombia, Venezuela y Brasil.
El entrañable cuy, manjar de la cocina peruana y herramienta de sanación entre los curanderos, “descubrió” América hace mas de 30 millones de años. Junto con ronsocos, añujes, pacaranas, vizcachas, puercoespines y otros animales similares, integra un grupo muy especial de roedores conocido como caviomorfos (nombre que viene de Cavia, justamente la denominación científica del cuy), el cual se encuentra únicamente en Sudamérica y áreas aledañas.
Su presencia en el continente se remonta, por lo menos a 34 millones de años, sin embargo, no estuvieron entre los animales que lo poblaron apenas desaparecidos los dinosaurios y otros reptiles, hace cerca de 65 millones de años, si no que entraron en la escena local algún tiempo después. Es bien sabido que la era terciaria (65 a 3 millones de años atrás) tuvo rasgos especiales en Sudamérica. Convertida en una isla, presenció la evolución de una curiosa fauna, completamente diferente a la del resto del planeta. Mamíferos y aves, protagonistas destacados de este fenómeno, adquirieron caracteres extraños. Pero he aquí el detalle: los roedores caviomorfos, junto con los monos estuvieron ausentes por completo de dicha fauna durante 30 millones de años hasta que a comienzos del oligoceno (que abarca desde hace 34 a 23 millones de años) aparecen en forma repentina.Es obvio que su origen no pudo haber tenido lugar en el continente.
En el Perú originalmente se domesticó al cuy por su uso alimenticio, y en la gastronomía peruana, boliviana, en la sierra ecuatoriana y en el sur de Colombia, sigue siendo muy preciado y de mayor importancia para este uso.
En el Perú originalmente se domesticó al cuy por su uso alimenticio, y en la gastronomía peruana, boliviana, en la sierra ecuatoriana y en el sur de Colombia, sigue siendo muy preciado y de mayor importancia para este uso.
Como fuente de nutrición, es alto en proteína (21%) y bajo en grasa (8%), y por su tamaño requiere mucho menos espacio que animales de consumo tradicional europeo, como el ganado bovino, ovino, porcino, caprino, etc. Gracias a esto puede ser criado en entornos urbanos, algo que no se puede hacer con la mayoría de animales de consumo del Viejo Mundo.
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