viernes, 24 de octubre de 2008

Machu Picchu Alberga Colección de Orquídeas Nativas Más Grande del Mundo


El investigador asociado en ciencias de orquídeas del Jardín Botánico Real de Kew, Henry F. Oakeley, destacó que la colección de orquídeas nativas más grande del mundo en un ambiente natural dentro de un ambiente privado se encuentra en el Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel.

Así lo manifestó durante la presentación oficial del libro “Orquídeas en el Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel”, en el Royal College of Physicians de Londres, conmemorando los 20 años del inicio de las actividades de conservación in situ de las especies nativas de la flor en el mencionado hotel.

Durante la conferencia de prensa, mencionó que el jardín de orquídeas del hotel, poseedor de 372 diferentes especies de orquídeas, cuenta con un inmenso valor para el desarrollo del turismo ecológico en el Perú.

Ello porque no sólo es un centro importante para la investigación y la conservación de las especies de la flor, sino también es un laboratorio natural donde los peruanos pueden adquirir una completa formación en temas de botánica, ornitología, turismo y horticultura.


“Igualmente, es un atractivo lugar donde los huéspedes del hotel pueden experimentar la riqueza de la espectacular biodiversidad del Perú, mientras disfrutan de unas placenteras vacaciones”, afirmó Oakeley.

En mayo de 2001, la Revista de la Sociedad Americana de Orquídeas mencionó también que “la colección de orquídeas del Inkaterra Machu Picchu Hotel es, probablemente, la colección de especies de orquídeas más grande del mundo ubicada en un ambiente natural dentro de un establecimiento privado”.

A la presentación del libro peruano asistió el presidente de Inkaterra, José Koechlin; invitado por Ciencias de Orquídeas del Jardín Botánico Real de Kew del Royal College of Physicians de Londres.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe


Foto superior: Libro “Orquídeas en el Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel” fue presentado en el Royal College of Physicians de Londres. Foto: ANDINA/Inkaterra.

martes, 21 de octubre de 2008

Estados Unidos Reducirá Deuda con Perú a Cambio de que Proteja los Bosques Tropicales - Perú es el País Más Beneficiado con este tipo de Acuerdos


Estados Unidos y Perú acordaron reducir los pagos de la deuda externa peruana en más de 25 millones de dólares a cambio de que el país utilice estos recursos para realizar trabajos de protección y conservación de sus bosques tropicales, anunció hoy el Departamento de Estado estadounidense.

Este acuerdo ha sido posible gracias a la Ley de Conservación de Bosques Tropicales (TFCA), aprobada en 1998 en Estados Unidos.

Complementa un acuerdo previo suscrito con Perú en el año 2002, una operación de canje de deuda del año 1997 bajo la Iniciativa Empresarial de las Américas, y el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado el año pasado el cual incluye provisiones sobre protección forestal.


Con este acuerdo de canje de deuda Perú es el mayor beneficiado por Estados Unidos en el mundo bajo la TFCA, con más de 35 millones de dólares para la conservación, destacó el Departamento de Estado.

Subrayó que Perú es uno de los países de mayor riqueza biológica de la tierra y los recursos generados por el programa de deuda por naturaleza ayudarán al país a conservar los bosques tropicales en la cuenca amazónica sur occidental y bosques secos en los Andes centrales.


“Esas áreas son el hogar de densas concentraciones de aves endémicas como el cóndor de los Andes y pericos andinos; así como primates, incluyendo al mono choro de cola amarilla y al mono aullador; otros mamíferos como el jaguar, el manatí amazónico, nutria gigante, oso de anteojos y delfín amazónico de río; así como muchas plantas únicas”, explicó.

Agregó que los ríos que llevan agua a varios centros poblados nacen en esas áreas y gente que vive allí depende de los bosques para su supervivencia.

Estados Unidos ha firmado hasta ahora 14 acuerdos de este tipo, dos de ellos con Panamá y uno como Bangladesh, Belice, Botswana, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Jamaica, Paraguay y las Filipinas, por un total de 188 millones de dólares.

Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

domingo, 12 de octubre de 2008

La Mullaca - Muehlenbeckia volcanica


Es una excelente planta tintórea de donde se obtiene un intenso color azul, utilizado en el teñido de los textiles de culturas prehispánicas como Paracas e Inca.

La firmeza de este tinte natural perdura hasta el día de hoy en estos textiles, lo que causa admiración en todo el mundo.

La mullaca también posee propiedades medicinales, siendo un excelente remedio contra el afta, la fiebre, el asma y la tos.

Nombre científico: Muehlenbeckia volcanica Familia: Poligonáceas
Nombres comunes: Mullaca en lengua aymara, laura, coca-coca, bejuquillo

Descripción botánica:
Pequeño arbusto que crece preferentemente en las alturas andinas, es lampiño, muy ramoso y semitrepador, tiene hojas casi orbiculares de color verde intenso, y su denominación "volcánica", obedece al hecho de crecer entre rocas eruptivas. Florece en el mes de noviembre.


Piso ecológico:
Crece en los andes entre 1,500 y 4,500 msnm. Se desarrolla en terrenos secos entre las rocas y piedras volcánicas, derivando de allí su nombre.

Antecedentes históricos:
La mullaca es una planta, cuyo nombre es de origen aymara, ya que se desarrolló en zonas donde se asentaron grandes culturas como Wari, Tiahuanaco e Inca.

La flor de esta especie posee un tinte de color azul oscuro que se utilizó desde épocas milenarias para teñir las fibras que se emplearon en la confección de textiles. La mullaca también fue utilizada con fines medicinales para curar el afta, combatir el asma y controlar la fiebre.

Cita de cronista:
"Mullaca es una yerba pequeña... Echa unas florecillas muy sutiles, blanquecinas menores que las del sauco, con unos vastaguitos en medio muy delgados y cortos, cuyos remates son colorados y tan pequeños como puntos. Con estas florecillas, que cuando maduras y de sazón se vuelven negras, se tiñen de azul...."B. Cobo (IV, 41)


Usos:
La mullaca tiene propiedades medicinales: Sus hojas y tallos son usados con buenos resultados en gripes, rinofaringitis, bronquitis, afta, fiebre, tos y asma. Además es antialérgica.

Su sabor no tan fuerte permite que sea utilizada en niños.

¿Cómo teñir con mullaca?
Color: Azul. Material: Recoger las hojas de la mullaca y machacarlas frescas en un batán. Cantidad: 5 a 10 kg de hojas de mullaca y 1 kg de lana o tela de algodón.
Teñido: Poner las hojas de añil machacadas en un recipiente con agua. El color resulta más oscuro si se añade a la solución 20 a 40 gr de carbonato de potasio.
Echar la lana o tela y dejarlos durante medio día o un día entero. Si está tibio el tinte sale mejor.
Sacar la lana y lavar hasta que el agua salga clara. (Diccionario Enciclopédico de Plantas Útiles del Perú - Antonio Brack).

Situación de la especie:
La mullaca es una hierba o arbusto que crece silvestre en la sierra del Perú... el potencial de las plantas tintóreas y medicinales es muy grande. Se debería aprovechar mejor para contribuir al desarrollo de las comunidades que poseen el conocimiento milenario de su uso, y que gracias a ellas perduran hasta el día de hoy.

Fuente: Museo de Antropología, Arqueología, e Historia de Perú

viernes, 3 de octubre de 2008

Perú Tiene un Secreto...Mancora


Perú tiene un secreto que se llama Máncora. Un secreto de arena blanca y mar tibio con olas perpetuas y sol radiante casi todos los días del año. No hay quien no haya oído hablar de la magnética ciudad de Cuzco, del imperio abatido de los incas o de la insustituible y eterna Machu Picchu, su imagen tópica por excelencia. Pero las playas del norte peruano, allí donde asoma Ecuador, son, sin lugar a dudas, su faceta más desconocida.

Máncora es un pueblo costero del departamento de Piura que se asienta en el kilómetro 1165 de la Panamericana, la mítica carretera que vertebra el continente entero, desde Alaska hasta la Patagonia.

Quiso la mala suerte que en 1983 sufriera un azote virulento: el del fenómeno climatológico de El Niño que se cobró una cantidad considerable de vidas y que causó, además, la devastación de miles de viviendas y el estrago absoluto de las vías de comunicación terrestre, todas sus carreteras y sus puentes de entrada y salida.

De esta catástrofe surgió también una nueva línea de costa moldeada por los deslizamientos de lodo que trajeron las lluvias torrenciales. Cuentan que el mar se retiró varios metros y que así, del fondo de la desgracia, surgieron las maravillosas playas que hoy bordean su ensenada donde antes había un alto risco.




Al hilo de esta mutación, Máncora asistió al despegue trepidante del turismo. Y como los hongos tras una noche de tormenta, se multiplicaron los establecimientos a pie de mar, hoteles con encanto que se enredan entre las palmeras frente a la inmensidad del Pacífico. Como éste que nos ocupa: el mágico y confortable Grandmare.

Con una arquitectura plagada de detalles, el Grandmare cuenta con una ubicación privilegiada, a dos pasos de la orilla de la que, dicen, es la playa más bonita de todo Perú: la de Las Pocitas, llamada así por las innumerables piscinas naturales que la bajamar provoca entre las rocas. Desde esta orilla la vista del hotel, con sus bungalows de madera con techo de paja, parece una extensión más de la naturaleza tropical y frondosa.

Son seis casitas completamente equipadas e independientes entre sí, con una capacidad de entre ocho y diez personas. Esto las hace ideales para familias o grupos de amigos, pero también para parejas que, en este caso, pueden alquilar cualquiera de las tres habitaciones o incluso el espacio comprendido en las alturas, abierto a la brisa marina, que alberga en su interior tres camas.

Porque si hay algo que no falta en cada bungalow es romanticismo: en sus alcobas matrimoniales de un amarillo pálido y vigas de madera vistas; en el pequeño jardín plagado de flores que cada una de ellas posee tras un enorme ventanal con el mar de fondo; en el salón común al aire libre con su cómodo sofá de cuero blanco; en la barra de bar que sirve de nexo a las habitaciones y que dispone de nevera y taburetes altos para el esparcimiento conjunto.


Todo ello junto a su equipación -el aire acondicionado, la televisión por cable- podría convertir a estas cabañas en un refugio sagrado del que uno no quisiera salir nunca... de no ser porque el hotel tiene un atractivo aún mayor: la espectacular piscina semiovalada, cuya agua -¡muy fría!- se funde con la del océano. Tomarse un pisco sour en una de las tumbonas amarillas que la circunvalan, mientras se contempla la caída del sol, es uno de los momentos mágicos que regala este joven hotel, que cumple ahora dos años y medio.

Y si no -claro- el mar, en esa playa infinita que se une a la de Vichayito y después a la de Los Órganos y más allá a la de Cabo Blanco y Lobitos... O el muelle, que está a menos de un kilómetro, a donde arriban los pescadores a primerísima hora de la mañana cargados de potas o calamares gigantes. Esos mismos pescadores cuyos barcos se vieron zarpar la noche anterior desde la plácida terraza del hotel.

Servicios
Piscina al pie del mar con vistas espectaculares al océano y al muelle artesanal de Máncora. Terraza en la piscina con mesas, sombrillas y tumbonas. áreas verdes. En la playa, hamacas bajo la sombra de uso exclusivo para huéspedes. Las habitaciones tienen caja de seguridad, aire acondicionado,Internet y TV por cable.


Nos gusta por
Su ubicación privilegiada en la orilla del Pacífico.
Sus cuidados detalles en los bungalows: jardín plagado de flores, amplio ventanal en las habitaciones, cómodo sofá de cuero blanco...

Cómo llegar
Iberia (
www.iberia.com) opera vuelos directos desde Madrid hasta Lima. Desde la capital peruana hay vuelos a Piura operados por Lanperú (www.lan.com), aunque lo mejor es llegar directamente a Máncora en autobús con la compañía Cruz del Sur (www.cruzdelsur.com.pe)

Prohibido perderse
Un paseo por la playa. Desde Las Pocitas, en dirección sur. Kilómetros y kilómetros de arena en playas que se van sucediendo unas a otras con leves variaciones del paisaje. Si se prefiere, se pueden recorrer a caballo.

Una visita al muelle. A poder ser, a primera hora de la mañana, para ver a los pescadores con su cargamento de potas o calamares gigantes.

Una degustación de gastronomía peruana. Para saborear la buenísima calidad del restaurante del Grandmare, que sirve sus comidas en la terraza o junto a la piscina. Imprescindible el ceviche de mero y langostinos y la causa rellena de palta.

Fuente: diario El Mundo de España -
http://www.elmundo.es/

Playa Las Pocitas

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