martes, 5 de noviembre de 2024

Lo que se viene: Corriente Marítima AMOC podría Colapsar - Más Calor en Trópicos y Más Frío en Europa


Científicos de varios centros de investigación han advertido que la Circulación Meridional del Atlántico (AMOC), un sistema de corrientes que transporta calor hacia el norte podría colapsar con consecuencias potencialmente devastadoras.  

Mientras los líderes de países nórdicos se reúnen en Islandia para discutir temas climáticos, una carta abierta alerta sobre el grave riesgo de un colapso de la AMOC, especialmente si continúan las emisiones de gases de efecto invernadero al ritmo actual. 

La AMOC, que incluye la importante Corriente del Golfo, es responsable de trasladar agua caliente desde los trópicos hacia el Atlántico Norte, manteniendo un clima estable en el norte de Europa y otras regiones.  

Según un reciente estudio de la Universidad de Copenhague publicado en Nature Communications, hay un 95 por ciento de certeza de que este sistema colapsará entre 2025 y 2095. 

Los investigadores estiman que el colapso podría darse en 2057, generando grandes desafíos para el clima global, como el calentamiento extremo en los trópicos y un aumento de las tormentas en el Atlántico Norte. 

El colapso de la AMOC tendría impactos significativos, especialmente en Europa, donde los científicos advierten que un enfriamiento severo en los países nórdicos y el noroeste europeo podría alterar el clima, llevar a condiciones meteorológicas extremas y poner en peligro la agricultura de la región. 

El enfriamiento en Europa contrasta con el aumento de las temperaturas en otras zonas, particularmente en los trópicos, donde las temperaturas ya están llevando a condiciones de vida complicadas.  

Según Peter Ditlevsen, coautor del estudio danés, esto subraya la urgencia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero para mitigar los impactos del cambio climático. 

Si bien el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) considera improbable un colapso abrupto de la AMOC en este siglo, este nuevo estudio pone en duda esa estimación y sugiere que el riesgo ha sido subestimado.  

Los datos históricos sobre la temperatura superficial del mar en el Atlántico Norte, recopilados desde 1870, muestran señales de alerta temprana que otros científicos, como Stefan Rahmstorf de la Universidad de Potsdam, consideran muy serias. 

Sin embargo, otros expertos, como Niklas Boers de la Universidad Técnica de Múnich, han expresado reservas sobre las conclusiones de este estudio, subrayando que un solo enfoque puede no ser suficiente para confirmar un colapso inminente. 

Los efectos de un colapso de la AMOC no solo se sentirían en Europa; también podrían provocar cambios en las zonas de lluvias tropicales y un aumento en el nivel del mar.  

En el pasado, fenómenos climáticos como el Dansgaard-Oeschger, que ocurrieron en el último periodo glaciar, ya mostraron el impacto abrupto de estos cambios en la temperatura del hemisferio norte, con fluctuaciones de 10-15 grados en solo una década, mucho más que el calentamiento global de 1,5 grados experimentado en el último siglo. 

Antonio Turiel, científico del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, señala que la desaparición de esta corriente vital podría llevar a Europa a un enfriamiento drástico y convertirla en una región con un clima similar al de Siberia o Canadá, particularmente afectando a países como España. 

En este escenario, las temperaturas en Europa Central podrían caer hasta 30 grados en invierno, y el hielo del Ártico llegaría a latitudes inesperadas, amenazando incluso ciudades como París. Además, España y el resto del sur de Europa experimentarían inviernos mucho más fríos y, probablemente, un clima más seco. 

Edición: msn/La Razón/NWCC 

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