martes, 19 de julio de 2016

Lobo Marino Peruano - Arctophoca australis


Lobo Fino Peruano - Arctophoca australis peru


El Lobo Marino - Arctophoca australis peru, también llamado Lobo Marino Peruano o Lobo Fino Peruano, es una de las dos poblaciones sudamericanas genéticamente distintas en que se divide la especie Arctophoca australis, que integra el género Arctophoca de la familia de los otáridos. 

Habita de manera endémica en las islas y costas centro-occidentales de América del Sur.

Se le encuentra en forma discontínua en el litoral del Perú, llegando hasta Mejillones en el norte de Chile.

Se le ha reportado como vagante en Ecuador y el sudoeste de Colombia. 

En Perú habita en el sur y centro de su litoral. 

En noviembre de 1997, la reserva Punta San Juan (15º22'S 75º12'W), la reserva nacional Paracas (13º54'S) y la punta San Bernardo (15º09'S) concentraban cerca del 90 % de la población peruana de este pinípedo.

Otra colonia 765 km más al norte, situada en la isla Foca del norte del Perú, está bajo análisis taxonómico para determinar sus relaciones filogenéticas con Arctophoca galapagoensis.

El lobo fino peruano convive sólo con otra especie de otárido: el lobo marino de un pelo o lobo chusco. Mientras que este último prefiere reproducirse en playas de arena o canto rodado, o micro-áreas costeras llanas, el lobo fino peruano prefiere las costas e islas de superficie accidentada, a menudo de difícil acceso para los humanos, continuamente golpeadas por el oleaje marino, como ser promontorios rocosos, y cornisas de acantilados, pudiendo treparlos ágilmente hasta notable altura, hábito que no acostumbra a hacer el lobo de un pelo. 

No efectúa migraciones estacionales, frecuentando los mismos apostaderos todo el año. 

Sus predadores naturales son las orcas y los grandes tiburones.

A diferencia del lobo marino de un pelo, el lobo fino peruano no se caracteriza por explotar el ecosistema costero, sino que para alimentarse se desplaza ampliamente por mares profundos adyacentes, hasta una distancia de 200 millas de sus apostaderos, descendiendo hasta 170 m de profundidad para capturar sus presas. 

Su dieta está compuesta por peces, cefalópodos, y crustáceos. Es un animal oportunista, que preda sobre una amplia gama de recursos, algunos de ellos de importancia comercial. Entre estos últimos se encuentra la anchoveta peruana (Engraulis ringens), una especie con alta demanda por la industria pesquera, la cual es una pieza clave en la alimentación del lobo fino.

El Lobo Marino peruano, vive y se reproduce de manera gregaria, generalmente en grandes colonias —denominadas «loberías»—, las que pueden llegar a estar entremezcladas con ejemplares del lobo marino de un pelo. 

Es polígamo. Los más grandes y fuertes ejemplares machos dejan el mar y se instalan en las colonias de reproducción durante 2 meses, periodo en el cual no se alimentan, sobreviviendo con las reservas de grasa acumuladas en sus cuerpos. Primeramente, delimitan territorios individuales, en los cuales irán incorporando a las hembras, las que arriban a los pocos días. Cada macho dominante logrará acumular, según su poder, una cierta cantidad de hembras. Apenas arriban, paren la cría concebida la temporada anterior. Una semana después de parir, la hembra vuelve a entraren celo y a ser copulada por el dueño del harén que esta integra. 

El período de gestación se prolonga por aproximadamente 11 meses y 3 semanas, aunque durante 4 meses se retrasa la implantación del óvulo fecundado. Las crías nacen con un peso de 3,4 a 5,5 kg, y un largo de 45 a 60 cm. Su pelaje es muy suave, y de color negro; luego de 3 meses el color se va tornando marrón. 

La madre amamanta a la cría por un período aproximado que va de 8 a 12 meses. Lo hace en ciclos que se conforman por uno o dos días en tierra amamantando, y 4 o 5 en el mar pescando. A los dos meses las crías ya han aprendido a nadar, en las pequeñas pozas que quedan durante la bajamar. Con los otros cachorros de la colonia comienzan a conformar clanes, los que en forma conjunta incursionarán activamente en las aguas en derredor de la colonia, y permanecerán en la lobería donde nacieron por el lapso de un año. 

La hembra alcanza la madurez sexual entre los 2 y los 4 años, mientras que el macho lo hace entre los 5 y 6 años, si bien a esa edad aún no está comportamentalmente maduro para formar un harén propio, lo que comienza a lograrlo a la edad de entre 7 y 8 años. 

Según estudios realizados, las poblaciones de Arctophoca australis que habitan en el Perú pertenecen a un taxón distinto al que habita en el Atlántico sudamericano y en el Pacífico sudeste (Arctophoca australis australis) estando el taxón peruano aún innominado, pero pasando a ser identificado con el nombre en inglés de Peruvian fur seal.

Mientras que los machos son más gruesos y pesados, las hembras son esbeltas y delgadas. Las crías son más oscuras. 

Presenta dos tipos o capas de pelambre: una externa, constituida por pelos gruesos, cerdosos, largos, y bicolores, y otra interior, formada por pelos finos y cortos, suaves al tacto, y dispuestos de manera compacta en alta densidad, lo que le confiere al animal una adecuada aislación térmica. 

Originalmente, esta población fue cazada por las distintas culturas amerindias que compartían su hábitat, aunque estas capturas no comprometían sus poblaciones. Los cazaban para obtener fundamentalmente su carne, grasa y cueros. Con el descubrimiento de sus colonias por barcos foqueros, estos comenzaron a aniquilarlos con el objetivo de obtener su grasa —a la que convertían en aceite— pero en especial para hacerse de sus valiosas pieles, muy demandadas en peletería, esencialmente las de las crías recién nacidas. Si bien la explotación directa ha cesado, su recuperación es lenta. La población peruana frecuentemente presenta mortandades catastróficas por efecto de eventos de El Niño, por lo que una reducción en sus números poblacionales podría ocurrir si el cambio climático aumenta el impacto de dichos eventos. 

La población peruana ha sido cuantificada numerosas veces, pero los registros antiguos no son confiables. En el año 1992 se calculó que estaba integrada por 25 mil ejemplares, mientras que en 2007 se cuantificaron 14 mil.

Al interaccionar con todo tipo de pesquerías, genera aumentos de su tasa de mortalidad incidental, causada por diversos artes de pesca, tanto de arrastre como de fondo, y pelágicos, si bien son menores que las que afectan al lobo marino de un pelo, dado que este último posee hábitos alimenticios menos pelágicos que el lobo fino. Otro tipo de interacciones con pesquerías es el que se refiere a las ecosistémicas y que dan cuenta de los efectos indirectos de la explotación pesquera sobre las presas que consume este otárido o las que consumen las presas de el mismo, alterando de este modo el ecosistema marino. 

Si bien a nivel mundial, la especie se clasifica como de «Preocupación menor», la población septentrional del Pacífico podría merecer una categoría diferente que pueda ubicarla en un estado mayor de amenaza.

Su comercio internacional está regulado, integrando la categoría CITES II (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). (Datos: Wikipedia)







Lobo Fino Peruano - Arctophoca australis peru

Lobo Fino Peruano - Arctophoca australis peru


jueves, 14 de julio de 2016

Tortugas Marinas

Tortugas en Punta Sal - Perú
Foto: Mamaqocha Ecolodge

En Perú habitan cinco de las siete especies de tortugas marinas que se reconocen existen en el mundo.

Entre ellas se encuentran las de la familia chelonidae: tortuga cabezona, tortuga verde, tortuga carey, tortuga pico de loro, y una de la familia dermochelyidae llamada tortuga laúd. 

Las aguas de las costas de Perú invitan a que esas especies naden sus aguas en cualquier momento del año por su locación y temperatura.

Las cinco especies que son vistas en las costas peruanas tienen una amplia distribución en las diferentes costas del Océano pacífico oriental y son vistas en las costas peruanas en la etapa de crecimiento y épocas de reproducción, luego de lo cual migran a otras costas o zonas para desovar.

El mar peruano es una gran fuente de alimento para las tortugas marinas y es utilizado por las especies como un pasillo que van desde Baja California en México hasta el centro de Chile. 

Algunas especies como la tortuga verde, utilizan playas peruanas para anidar. 

En algunos puertos de Perú se cazan tortugas marinas de manera ilegal. Muchos de estos sitios con actividad ilegal, están ubicados en el norte, como en Punta Malpelo o Chimbote, y otros en el sur como Ilo. 

Las tortugas marinas están en peligro de extinción. (Datos: tortugasmarinas.net)

Las 5 especies vistas en mar peruano:


-Tortuga Verde - Chelonia mydas

-Tortuga Pico de Loro - Lepidochelys olivácea

-Tortuga Carey - Eretmochelys imbricata

-Tortuga Cabezona - Caretta caretta

-Tortuga Dorso de Cuero - Dermochelys coriácea


El tamaño de las tortugas marinas varia desde 70 cms. en la tortuga pico de loro hasta 1.80 mts. de la tortuga dorso de cuero. 

Se alimentan de algas, caracoles, cangrejos y medusas. 

Se reproducen por huevos. Las hembras llegan a las playas tropicales donde cavan sus nidos en la arena y ponen entre 3 y 200 huevos por nido. Una hembra puede cavar varios nidos, llegando a poner hasta 500 huevos en total; de éstos, sólo una o dos crías sobrevivirán. 

Las hembras siempre regresan a las playas donde nacieron. 

Las tortugas marinas pueden vivir hasta 100 años pero en general recién pueden reproducirse cuando tienen 20 a 50 años. 

Las tortugas marinas no se reproducen en Perú, sino que llegan para alimentarse en camino hacia sus zonas de reproducción. 

En la Reserva Nacional de Paracas se pueden observar tortugas marinas en la Bahía de Paracas, Ensenada de Lagunillas y en Laguna Grande. (Datos: acorema.org.pe)

Especies de Tortugas Vista en Mar Peruano
(Imagen: ACOREMA)





lunes, 11 de julio de 2016

Cocodrilo de Tumbes - Crocodylus acutus

Cocodrilo de Tumbes - Crocodylus acutus

El Cocodrilo de Tumbes - Crocodylus acutus, es una especie de croocodílido que vive en la costa norte de Perú, en la Región Tumbes.

También se le encuentra en Florida, algunas islas del Mar Caribe, varias zonas costeras del golfo de México, ríos de la costa caribeña de Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y Venezuela, y a lo largo de la costa del océano Pacífico, desde México hasta el norte peruano.

Se le suele confundir con los aligátores (Alligator), con los cuales está poco emparentado, pues estos últimos son más próximos a los caimanes, como el yacaré overo (Caiman latirostris). Las diferencias físicas entre ambos son importantes, lo que permite identificarlos sin problemas.

La longitud total de los adultos es de unos 5 m y su peso medio es de 500 kg, lo que los convierte en los mayores cocodrilos de América.

Su cabeza es estrecha y larga, con el morro ligeramente curvado, del que sobresalen los dientes cuando la boca está cerrada. 

Las escamas son de color claro y sobresalen más que en el aligátor (Alligator mississippiensis), mientras que las patas son más cortas y la cola está muy desarrollada. 

Los párpados se abren y cierran lateralmente y están provistos de glándulas que secretan el exceso de sal a través de los ojos en forma de las famosas “lágrimas de cocodrilo”, razón por la cual pueden vivir tanto en aguas dulces como salobres e incluso adentrarse en el mar para colonizar nuevos territorios. 

Debido a su metabolismo ectotermo, pueden pasar largos periodos de tiempo sin comer y hasta dos horas sin respirar. 

El Cocodrilo de Tumbes se alimenta de toda clase de vertebrados, incluidos mamíferos de gran tamaño que caza por sorpresa cuando se acercan a beber agua. Al igual que el aligátor y otros crocodilos, puede correr durante trechos cortos, por lo que puede matar también a sus presas fuera del agua.

La reproducción es estacional y tras el apareamiento cada hembra suele poner una media de 39 huevos, a veces en nidos compartidos, que cuidan hasta que estos eclosionan y tras lo cual las madres desentierran a los pequeños y los conducen hasta el agua. Cuando nacen, las madres lo llevan en el hocico.

Su carácter es mucho más peligroso que el del aligátor (Alligator mississippiensis), pues no duda en atacar a los humanos al verse invadido. 

Está catalogado como vulnerable desde 1994. (Datos: Wikipedia)


El zoocriadero de cocodrilos La tuna- Carranza

Es una iniciativa que el Fondepes - Fondo Nacional de Desarrollo pesquero - llevada a cabo para preservar la vida de los cocodrilos de Tumbes, especie que solo vive en el ecosistema de los manglares y la desembocadura del río Tumbes, en el norte del Perú.

Más de 136 cocodrilos han nacido en el zoocriadero. Esto le da una nueva esperanza a la especie, que, de no ser por esto estaría ya condenada a desaparecer. 

Trabajo difícil del zoocriadero se presenta cuando las hembras han desovado, o deben separar a los recién nacidos. “Uno distrae a las hembras y los otros hacen el trabajo, son animales feroces y celosos.

El zoocriadero se ha convertido en un punto turístico más de la zona de Puerto Pizarro, en Tumbes, un ecosistema de manglares, bello y muy rico en diversidad biológica. Por ingresar allí no se cobra nada, a pesar de que al zoocriadero le hacen falta mayores recursos. Para llegar se debe contratar una lancha que solo podrá llevarlo cuando la marea no esté baja. Allí lo recibirá amable don Jacinto y podrá ver a los cocodrilos que viven tranquilos, aunque en cautiverio, protegidos por ahora del fantasma de la extinción. (http://wiki.sumaqperu.com/)






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