miércoles, 15 de julio de 2015

Majás - Cuniculus paca

Majás - Cuniculus paca


El majás o picuro - Cuniculus paca, es un roedor de hábito nocturno y solitario.

En el Perú, se distribuye en toda la selva baja y selva alta, hasta aproximadamente 1500 m de altitud.

Se le encuentra también en una amplia zona que va desde el sureste de México hasta el norte de Argentina.

Entre los mamíferos silvestres del neotrópico, el majás es uno de los más apreciados por su carne, convirtiéndose así en un recurso muy importante para la economía de los habitantes ribereños, particularmente para los que habitan en selva baja. Por este motivo es una de las especies más cazadas. 

La cuenca del río Alto Itaya enclavada entre los ríos Amazonas, Marañón y Nanay comprende un área aproximada de 1 mil 200 km2. En esta cuenca se encuentran habitando diversas especies de  fauna silvestre, entre ellas el majás, que es aprovechado por la población humana local para el consumo de subsistencia y para la venta a fín de cubrir las necesidades básicas de salud y vestimenta. 

Las actividades de extracción de madera de valor comercial bajo la modalidad de concesiones forestales, la caza, la colecta de frutos silvestres y de hojas de palmeras y de otras especies es cada vez mayor, y estarían generando serias alteraciones a los ecosistemas, en desmedro de las poblaciones del majás y de otros integrantes de la fauna silvestre, con riesgo incluso de extinción paulatina de ciertas especies si no son adoptadas medidas correctivas que garanticen la conservación de la biodiversidad. 

En cuanto a los ambientes que usan estos animales para el descanso o “sueño diurno”, hasta la fecha no existe información en detalle acerca de la caracterización y su estrecha relación con los cuerpos de agua para protegerse de sus depredadores. 

Asimismo, debido a la falta de información de densidad poblacional no ha sido posible la aplicación de modelos para determinar el impacto de la caza. 

En tal sentido, con los resultados de la investigación en la cuenca del río Alto Itaya se pretende ampliar la información sobre caracterización de madrigueras, presión de caza y densidad poblacional.

La fisiografía del suelo en el área investigada varió desde terraza alta a colina baja, de ligera a moderadamente disectada, con pendientes de hasta 40% de inclinación. En ellas, la comunidad vegetal predominante fue de tipo varillal que crece en suelo arcillo-arenoso, cuya composición florística estuvo compuesto por árboles esclerófilos, de fuste casi rectos entre 10 a 25 m de alto y algunos emergentes superiores a 35 m como el pashaco (Parkia sp.), quinilla (Elaeoluma sp., Manilkara sp.), machimango (Eschweilera sp.), entre otros. 

Entre las palmeras sobresalieron por su relativa abundancia la huacrapona (Socratea sp.), cashapona (Iriartea sp.), ungurahui (Oenocarpus sp.) y chambira (Astrocaryum sp.). 

En gran parte del área de estudio el sotobosque de tipo abierto estuvo poblado por palmeras de irapay (Lepidocaryum sp.), pero también habían plantas herbáceas y semileñosas. El piso del bosque estuvo generalmente cubierto por un colchón de hojarascas entre 10 a 15 cm de espesor. 

Para los fines de evaluación del majás fueron definidas siete estaciones de muestreo distribuidas en áreas de intensa caza y de moderada caza. 

En el área de intensa caza que comprendió principalmente ambas orillas del río hasta 3 km hacia el interior, el bosque en general presentó serias alteraciones como consecuencia de la extracción de especies maderables y de hojas de irapay (Lepidocaryum sp.) y por la presencia de numerosos senderos de cazadores, por lo que en algunas oportunidades los censos nocturnos fueron perturbados por la detonación de armas de fuego muy cerca de los transectos. Aquí, la fauna en general es muy escasa, particularmente en las estaciones de muestreo de Miraflores y Agua Blanca. 

En el área de moderada presión de caza que comprendió más allá de los 3 km desde ambas orillas del río, curso superior del Itaya y las quebradas Yanayacu y Nauta, el bosque presentó un aspecto menos perturbado por el difícil acceso hacia el interior y las cabeceras del río y afluentes, particularmente durante la época de “vaciante” (junio–octubre), debido al bajo caudal de las aguas y la abundancia de palos caídos a lo largo del curso superior del Itaya y sus afluentes. Aquí, los senderos de cazadores fueron escasos por lo que la fauna en general nos pareció relativamente abundante. 

Caracterización de los ambientes de dormir: Para este propósito se usaron los transectos abiertos para los censos nocturnos tanto en áreas de intensa caza como de moderada caza. La búsqueda de estos ambientes se hizo en horario diurno y a lo largo de los transectos en una amplitud de 40 m; es decir, 20 m por lado. Una vez verificado el uso del ambiente por la presencia del animal o por la fuga (huellas frescas de ingreso y orificio de escape abierto), procedimos a anotar en la libreta de campo datos referente a: número de orificios de uso habitual, número de orificios para la fuga circunstancial, presencia de restos orgánicos en la cavidad interna, distancia del orificio de uso habitual a los cuerpos de agua y animales con los que cohabitaban. 

Registro de caza: Tuvo como finalidad determinar la presión de caza, el mismo que se llevó a cabo desde febrero del 2006 a diciembre del 2007. Para este propósito contamos con la activa participación de cazadores de las comunidades asentadas en la cuenca del río Alto Itaya, en particular de Carbajal, Luz del Oriente y Villa Belén. Cada cazador involucrado en el estudio contó con un juego de fichas donde anotó la fecha y lugar de caza, sexo, edad aproximada, peso del animal, presencia de feto y/o embrión, así como de otros datos adicionales. 

El registro de caza fue aprovechado para la colecta y preservación del sistema reproductor de las hembras adultas en una mezcla de alcohol absoluto y formol al 10% con la finalidad de determinar la productividad bruta y el tamaño de la camada. El material biológico fue recabado cada dos meses y luego depositado en el Museo de Zoología de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana para el respectivo análisis. 

El área de caza estimada en 500 km2 fue calculada en base a los sitios de caza reportados por los cazadores. Al promedio anual de caza fue adicionado 35% para compensar los individuos extraídos por cazadores que no participaron en el registro de caza. La presión de caza anual (individuos cazados/km2 ) fue calculada dividiendo el promedio anual de animales cazados entre el área de caza (No. individuos cazados/área de caza). 

Estructura poblacional: La composición de sexos y edades en la población de majás para la cuenca del río Alto Itaya se hizo en base a la información proporcionada por los cazadores en los registros de caza. 

Censos: Los censos fueron conducidos en las estaciones de muestreo correspondientes a las áreas de alta presión de caza (Miraflores, Seis Unidos y Agua blanca) y de moderada presión de caza (Yanayacu, Nauta, Agua Blanca, Cóndor y Botín). En cada uno de las estaciones de muestreo fueron abiertos de cuatro a cinco transectos de 2 km de longitud. Por cada uno de estos transectos se realizaron censos de ida y vuelta, al anochecer desde las 18:30 h a 21:30 h y al amanecer desde las 03:00 a 05:00 h (hora local). Cada vez que se logró visualizar a un individuo, se procedió a anotar en la libreta de campo el tipo de vegetación, actividad al momento del contacto y la distancia perpendicular del animal avistado al transecto. Cada transecto fue censado hasta en tres oportunidades. Un total de 741 km fueron censados. La densidad fue analizada con el software Distance versión 5.0, método ampliamente usado para evaluar poblaciones de la fauna silvestre tropical.

Impacto de la caza: Para el análisis de sostenibilidad de caza se hizo uso del modelo de cosecha. Para este propósito, además de la presión de caza fue necesario determinar la productividad anual, la cual fue calculada multiplicando la productividad bruta (N.° Embriones y/o fetos/hembras adultas analizadas) por el N.° gestaciones/año y por la media de la densidad poblacional. La productividad bruta fue determinada del análisis del sistema reproductor de 33 hembras adultas entre gestantes y no gestantes. La densidad utilizada fue la calculada para el área en general. Finalmente, el porcentaje de la producción anual sugerido para una cosecha sostenible fue tomado de Robinson y Redford (1997), quienes consideran 40% para animales de vida corta, entre los que se encuentran los roedores grandes como el majás. 

Como resultado de la investigación fueron observados y caracterizados un total de 74 ambientes de dormir. Cada uno de estos ambientes contaba entre uno a tres orificios para el acceso y salida habitual de la madriguera, uno a cuatro orificios para la fuga circunstancial y una cavidad interna para el “sueño diurno”. Los orificios de ingreso y salida habitual se caracterizaron por encontrarse muy trajinados y libre de hojarascas, mientras que los orificios utilizados para la fuga estuvieron cubiertos con hojarasca seca y no mostraban signos de uso en la mayoría de los casos. Del total de ambientes observados, 63 equivalente al 85% contaban con un solo orificio para el uso habitual de entrada y salida y 59 equivalente al 81% entre uno y dos orificios para la fuga circunstancial ante el posible ataque de sus depredadores. En la cavidad interna, la “cama” para el “sueño diurno” se caracterizó por ser de mayor diámetro al orificio de acceso y salida y por encontrarse limpia y libre de desechos orgánicos, a excepción de la abundante hojarasca seca lo que demuestra que estos animales no defecan ni orinan dentro de su ambiente de descanso. Por otro lado, de las inspecciones realizadas se puede afirmar que estos animales no acostumbran a cohabitar con otros mamíferos como ocurre en otras especies, puesto que los únicos animales encontrados en la cavidad interna fueron pequeños reptiles, arácnidos e insectos. 

El majás por su cuerpo relativamente pesado y extremidades cortas, de hecho tiene ciertas limitaciones para emprender una carrera veloz que le permita mantenerse lejos del alcance de sus depredadores, por ello quizá sus ambientes para dormir están distribuidos muy cerca de los cuerpos de agua a donde acuden ante el inminente peligro de ataque.

Los 74 ambientes registrados estuvieron distribuidos desde 0,0 m a más de 100,0 m de distancia con respecto a los cuerpos de agua; sin embargo, 50 equivalente al 67,6% se encontraban distantes entre 0,0 m a 40,0 m. lo que corroboraría que efectivamente la distribución de estos ambientes está en estrecha relación con los cuerpos de agua, que cuanto más cerca se encuentren tendrían mayor probabilidad de sobrevivir al ataque. Pero también hubo madrigueras a más de 100 m con respecto a los cuerpos de agua, particularmente en las terrazas altas y colinas bajas. 

Basados en los registros de caza y la categorización por parte de los cazadores, la población del majás en el área de estudio estuvo conformada en un 74% por adultos, 3% por subadultos, 19% por juveniles y 4% por infantes. En la población, los machos y hembras se mantuvieron en una proporción de 1: 1. 

Sin considerar la extracción por cazadores que desistieron en participar en los registros, del área de caza estimada en 500 km2 fueron extraídos un promedio anual de 149 ejemplares. La mayor cosecha ocurrió en la época de vaciante (junio– octubre) con 82 individuos equivalente al 55% del total. La presión de caza anual fue calculada en 0,4 individuos/km2 . 
La densidad poblacional fue estimada para las áreas de alta y moderada presión de caza y para el área en general. Así, para el área de alta presión de caza la densidad fue calculada en 3,9 individuos/km2 , mientras que para el área de moderada presión de caza fue estimada en 9,2 individuos/km2 , en tanto que para el área en general la densidad fue de 6,92 individuos/ km2 . 

El modelo de cosecha nos indica que la caza del majás en el área de estudio está dentro de lo sostenible, por cuanto solamente el 8,16% de la producción anual fue extraída. 

En los análisis de contenido estomacal, en más de cinco muestras fueron encontrados restos de caracoles acuáticos del género Pomacea, lo que indicaría que los moluscos forman parte de su componente alimenticio.

La información publicada en el presente post es una parte pequeña y resumida del estudio:

"Aspectos Ecológicos y Sostenibilidad de la Caza del Majás - Cuniculus paca - en la Cuenca del Río Itaya, Amazonía Peruana"

Efectuado por: Rolando Aquino, Deyber Gil y Etersit Pezo

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Cuiencias Biológicas - Lima, Peru.

Características Físicas del Majás:

-Su cuerpo mide entre 60 y 79 cm de longitud y la cola 2 a 3 cm. 
-Pesa entre 7 y 10 kg.
-Está cubierto por un pelaje híspido de color pardo o anaranjado, con bandas de manchas blancas redondeadas. 
-La cabeza es grande, las mejillas son abultadas, las orejas son cortas, marrones, las vibrisas son largas, los ojos son grandes y bien separados. 
-La gestación dura 145-155 días (Datos: Wikipedia)







1 comentario:

klr dijo...

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