miércoles, 22 de abril de 2015

Camarón de Río - Cryphiops caementarius

Camarón de Río - Cryphiops caementarius


El Camarón de Río - Cryphiops caementarius, es un artrópodo que vive en aguas dulces, ya sean éstas ríos, riachuelos, y lagunas de los Andes Peruanos.

Durante el día se encuentran en las partes profundas entre las piedras. En las noches se desplazan a lugares de menor profundidad para buscar alimentos.

Se refugian frecuentemente en el interior de las cuevas que construyen con limo entre las piedras, huecos y hierbas, dejando sobresalir las antenas durante el día. 

El camarón de río convive con otras especies como pejerreyes y lisas. 

Los adultos están localizados en zonas de mayor profundidad que casi siempre se encuentran en la parte central del cauce, mientras que los juveniles están en zonas más superficiales del río las que generalmente corresponden a las orillas. 

Es una animal ovíparo, unisexual. Su reproducción ocurre a lo largo de todo el año, manifestándose más entre los meses de enero a marzo. 

El camarón de río, es una especie endémica de los ríos de la Vertiente Occidental, habita los cuerpos de agua costeros del Perú al sur del río Chancay-Lambayeque desde los 6°32’ LN y los del litoral norte chileno hasta los 30° S (Elías 1966); (Bahamonde y Vila 1971). 

Si bien existen en el litoral peruano numerosos cuerpos de agua de diversa magnitud, se considera que sólo en 8 de ellos, 2 en la costa norte y 6 en el sector sur, existen poblaciones significativas de camarones.

El género Cryphiops representado hasta donde sabemos por un sola especie: Cryphiops caementarius, tiene su área de distribución y de máxima concentración en la Vertiente Occidental del Centro y Sur del País. 

Las más altas poblaciones de este crustáceo se encuentran en los ríos del departamento de Arequipa, principalmente en Ocoña, Majes-Camaná y Tambo, debido a que éstos son de mayor caudal. 

Su distribución altitudinal va desde el nivel del mar hasta los 1400 m, en el río Pativilca.

Presenta dimorfismo sexual marcado. Los ejemplares machos son de mayor tamaño, el orificio genital se localiza a nivel del 5to par de patas y, el segundo par de patas (quelópodos) se encuentra más desarrollado que las otras. Los ejemplares hembra son de menor tamaño, el orificio genital se encuentra a nivel del 3er par de patas y el 2do par de patas es del mismo tamaño. 

En su etapa larvaria vive tanto en el estuario como en el mar, continuando su vida juvenil y adulta en los ríos; normalmente se refugia entre piedras, huecos y hierbas durante el día migrando por las noches, estas características permiten que la captura con luz artificial en la noche ofrezca un mejor rendimiento. 

Son polígamos (1 macho por 8 a 10 hembras), territorialistas, omnívoros (detritus, microalgas y restos de vegetales, además de arena, esto indica el hábito bentónico en su alimentación; también se han detectado larvas de insectos, restos de invertebrados, insectos adultos, moluscos y camarón, semillas, esporas, etc.). Presentan canibalismo. 

Realizan mudas (ecdisis) durante todo su ciclo de vida, que consiste en el despojo de su caparazón quitinoso viejo por uno nuevo con la finalidad de crecer. Esto se realiza principalmente según temperatura y disponibilidad de alimento. 

Su reproducción es externa, no hay cópula. En épocas de “llenado” (primavera-verano) las hembras ovadas migran hacia las desembocaduras de los ríos o estuarios (reotaxia positiva), de agua salobre para desovar. Una hembra puede desovar hasta 5 veces por año, alrededor de 5000 a 15000 larvas por hembra por vez. 

La talla de primera madurez es aproximadamente 2,0 cm antes del primer año de nacidos. Las larvas sufren mudas sucesivas hasta convertirse en post larvas. Esto ocurre según temperatura, oxígeno disuelto, concentraciones de salinidad y disponibilidad de alimento. Las post-larvas migraran contra la corriente, río arriba, (reotaxia negativa), en agua dulce, para completar su desarrollo. 

No obstante la implementación de periodos de veda, este recurso ha venido siendo capturado indiscriminadamente. Factores tales como, la contaminación del recurso hídrico en las zonas naturales, el uso del agua para fines agrícolas, la extracción masiva del recurso por parte de los pescadores que residen en zonas aledañas y que tienen como único ingreso lo obtenido por la venta de este producto, y la pesca por métodos ilícitos del recurso han conducido a una reducción alarmante de la presencia de este crustáceo. 

El camarón de río, representa el único recurso hidrobiológico de los ríos costeros peruanos que soporta una pesquería comercial. La actividad pesquera sobre este recurso ha ido en aumento de manera tal que le confiere una importancia socioeconómica excepcional en el área de su influencia. 

Actualmente las poblaciones del recurso se encuentran disminuidas en las cuencas menores de la vertiente occidental, entre otros factores por la extracción intensa que soporta, en la que muchas veces se utiliza métodos irracionales de captura ( Viacava et al 1978). Esta explotación excesiva, además de alteraciones físicas de los cauces y químicas del agua, no permiten una adecuada renovación de los stocks. 

Las medidas adoptadas para administrar el recurso se han centrado, principalmente, en el establecimiento anual de vedas durante el período de mayor actividad reproductiva. Estas medidas se sustentan en la ejecución de capturas para verificación de la condición reproductiva en los ríos del departamento de Arequipa.

Las primeras estadísticas de extracción de la especie corresponden al año 1958 siendo registradas por los comités de pesca, Dirección Regional de Pesquería y actualmente por la Dirección Regional del Ministerio de la Producción en Arequipa. La información es muy general y parcial, por lo que no existe una serie que represente la extracción en toda la costa centro-sur, encontrándose limitada al registro de valores de extracción en los ríos de Arequipa.

El análisis de los valores de extracción en la serie histórica 1958-2005 correspondiente a los ríos de Arequipa muestra el incremento y disminución periódica de los volúmenes de captura total, así como una línea de tendencia polinómica. Esta fluctuación en los niveles de extracción sería ocasionada por la sobreexplotación de la población del recurso y la presencia de una serie de fenómenos naturales (incluyen terremotos y eventos El Niño y La Niña) que han imposibilitado la recuperación del recurso, debido a la variación del cauce y caudales de los ríos. 

El valor promedio de las capturas para esta serie es de 450 TM, alcanzando un valor máximo el año 1965 con 1238,1 TM y un valor mínimo el año 1991 con 65,1 TM. (Datos: Instituto del Mar del Perú - IMARPE)









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